Los trapos sucios de la administración de Donald Trump mientras era presidente de los Estados Unidos (EE. UU.) no dejan de salir a raíz de una investigación de un comité del Congreso estadounidense. En esta ocasión, la nueva irregularidad de su mandato involucra directamente a los Servicios Secretos. Según unos nuevos documentos de facturación, la empresa de Trump cobró a los Servicios Secretos hasta cinco veces más de lo que establece la tarifa estipulada por el gobierno a los agentes que se alojaban en sus hoteles. El expresidente obligaba a los agentes a protegerlo en sus hoteles, sabiendo que así sus gastos que cubre el gobierno irían directamente a sus bolsillos. La diputada Carolyn. B. Maloney en el Congreso ha tildado los precios que imponía la empresa de Trump de "exorbitantes".
Los registros muestran que unas 40 veces, los agentes que se veían obligados a proteger Trump se tuvieron que alojar a uno de los hoteles del mandatario, donde la compañía del expresidente les cobraba tarifas más altas de las aprobadas por el gobierno. En un caso se cobró 1.185 dólares por noche a los agentes alojados en el Trump International Hotel de Washington D.C., cuando las tarifas aprobadas oscilan entre los 195 y los 240 dólares la noche. En total, se calcula que el exmandatario se embolsó hasta 1,4 millones de dólares por las estancias de los agentes de los Servicios Secretos en sus propiedades.
El hijo del presidente, Eric Trump, hace años que afirma que todo lo que se ofreció a los agentes gubernamentales por parte de los hoteles de su familia se hizo con tarifas muy rebajadas. "Cualquier servicio prestado al Servicio Secreto de los Estados Unidos o a otras agencias gubernamentales en propiedades propiedad de Trump fue a petición suya y se ofreció al precio, con muchos descuentos o de manera gratuita," ha llegado asegurar en un comunicado al hijo del expresidente en un comunicado recogido por el The Washington Post. A pesar de las afirmaciones de Eric Trump los documentos del Congreso muestran facturas de miles de dólares que contradicen la versión familiar.
Trump y sus aliados al punto de mira de la justicia
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha pedido a un juez que condene a Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, a seis meses de prisión por ahogarse a testificar en la investigación legislativa sobre el ataque al Capitolio -sede del Congreso- del 6 de enero del 2021. Según el Departamento, Bannon, de 68 años, tendría que ser condenado a seis meses de prisión y a pagar una multa de 200.000 dólares por haber intentado retrasar el proceso judicial insinuante que estaría dispuesto a cooperar, según informa Efe.
Mientras tanto, Trump tiene varios frentes abiertos con el sistema judicial de los Estados Unidos. Por una parte, está la investigación en el Congreso sobre su implicación en el ataque al Capitolio. Por otra, está el polémico registro de su mansión de Mar-a-Lago, donde el FBI encontró un documento que describe las defensas militares de un gobierno extranjero, incluidas sus capacidades nucleares.