Donald Trump se ha pronunciado sobre la muerte del opositor ruso Alekséi Navalni. Sin embargo, la respuesta ha quedado lejos de criticar al gobierno de Vladímir Putin, sino que ha aprovechado esta muerte para cargar contra el gobierno de Joe Biden y los tribunales estadounidenses que investigan su gestión como presidente y sus finanzas delante posibles irregularidades. En su red social, Truth Social, ha publicado: "La repentina muerte de Alekséi Navalni me ha hecho cada vez más consciente de lo que está pasando en nuestro país. Es una progresión lenta y constante, con políticos, fiscales y jueces de izquierda radical que nos llevan por el camino de la destrucción".
Así pues, Trump evita criticar a Putin y su política represiva contra todo tipo de oposición y a través del victimismo se compara con Navalni. Su única rival en las primarias republicanas, Nikki Haley, sí que ha apuntado directamente a Putin como responsable. Además, Haley criticó a través de Twitter (ahora X) que Trump no posicionó durante días al respecto.
Trump y Putin, años de relación
Cuando Donald Trump fue presidente de los Estados Unidos mostró mucha complicidad con Putin. Por eso, cuando la semana pasada el presidente ruso afirmó que prefería que ganara las elecciones presidenciales Joe Biden porque tiene más experiencia, las palabras del líder de Kremlin despertaron sorpresa. Los elogios de Putin a Biden son un dardo envenenado, pues el apoyo del líder ruso puede perjudicar a Biden durante la campaña. Los piropos del presidente ruso son munición contra el candidato demócrata, aunque a lo largo de los años, con quien ha mostrado más complicidad Putin ha sido con Donald Trump, quien previsiblemente volverá a ser el candidato a la Casa Blanca de los republicanos.
Además, hay que tener en cuenta que hace dos semanas, en la entrevista con el periodista ultraderechista Tucker Carlson, Putin mantuvo una posición muy diferente sobre sus preferencias para el futuro electoral de los EE.UU. En aquel caso, dijo sobre Trump: "Hemos recibido numerosos insultos y calumnias de varias generaciones de políticos [de los EE.UU.]. El señor Trump supuso una refrescante ruptura. Es muy popular en Rusia, aunque quizás eso no le sirve de nada".
La reconocida complicidad con Trump no fue la única posición que acercó con los republicanos en aquella entrevista. Putin volvió a insistir delante de Carlson para que los EE.UU. dejen de enviar armas a Ucrania, algo que los republicanos hace meses que defienden a capa y espada y que es un interés común entre el partido y el Kremlin.