Cuando han pasado más de dos meses después de las elecciones, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido su derrota ante la amenaza de que se inicie un proceso de destitución contra él por instigar el asalto al Capitolio de la víspera por parte de sus seguidores, acción que ahora ha condenado.
Trump, en un vídeo publicado en su cuenta oficial de Twitter, ha emitido finalmente el mensaje sobre los resultados electorales que medio país esperaba escuchar desde noviembre, y ha condenado el ataque de este miércoles tal como el Congreso le exigía desde hacía más de 24 horas. "El Congreso ha certificado el resultado. Una nueva Administración llegará al poder el 20 de enero. Ahora me centraré en asegurar una transición de poder tranquila, ordenada y sin problemas", ha afirmado el mandatario saliente sin mencionar en ningún momento al presidente electo, Joe Biden.
"Este momento llama a la sanación y a la reconciliación", ha asegurado Trump justo un día después de incitar a miles de sus seguidores a que marcharan al Capitolio para intentar interferir en el proceso de ratificación de la victoria de Biden. Su mensaje llega justo dos meses después de que los principales medios de comunicación informaran de la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre, y tras una campaña sin precedentes para sembrar desconfianza en los resultados, que tachó de fraudulentos sin aportar pruebas.
Condena el asalto al Capitolio
Trump ha iniciado su mensaje refiriéndose al "atroz ataque al Capitolio de Estados Unidos", y se declaró "indignado por la violencia, la ilegalidad y el caos". En un intento de desmarcarse ahora del asalto, el presidente saliente ha asegurado que "los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia. A aquellos que se implicaron en actos de violencia y destrucción: ustedes no representan a nuestro país. Y a aquellos que rompieron la ley: pagarán por ello", ha destacado.
El discurso de Trump contrastó completamente con el que emitió mientras sus simpatizantes ocupaban el Capitolio este miércoles, cuando tardó más de dos horas en pedirles que abandonaran el Congreso y lo hizo diciéndoles: "Les queremos, váyanse a casa". Trump también justificó la violencia en un tuit el miércoles, lo que llevó a que Twitter suspendiera durante 12 horas su cuenta, que el mandatario saliente no volvió a utilizar hasta que publicó el vídeo este jueves. Llamó a "restaurar la calma", pero luego defendió su cruzada contra el resultado de las elecciones que ha inflamado las tensiones en el país: "Mi único objetivo era asegurar la integridad del voto, estaba luchando para defender la democracia estadounidense".
Amenaza de destitución
El discurso de Trump llegó después de que los líderes demócratas del Congreso reclamaran horas después del asalto su destitución. "Insto al vicepresidente (Mike Pence) a que destituya de inmediato al presidente invocando la Enmienda 25. Si el vicepresidente y el Gabinete no lo hacen, el Congreso puede estar preparado para salir adelante con un juicio político", apuntó la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, en una rueda de prensa. Pelosi indicó que Trump "incitó una insurrección armada contra" Estados Unidos: "Una profanación del Capitolio de EE. UU., que es el templo de EE.UU., de nuestra democracia estadounidense por la violencia que tuvo como blanco el Congreso".
Para invocar la enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos se necesitaría que el vicepresidente Pence y una mayoría del gabinete vote para destituir a Trump, alegando su incapacidad "para ejercer los poderes y deberes del cargo", en un paso sin precedentes. El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, reveló que Pelosi y él habían llamado a Pence para convencerle de que invoque esa enmienda para destituir a Trump, pese a que solo quedan días para la investidura de Biden, el próximo 20 de enero.
De hecho, varios miembros del gabinete de Trump han conversado informalmente sobre la posibilidad de invocar esa enmienda, pero Pence se opone a iniciar ese proceso de destitución, informó el diario The New York Times, que cita fuentes cercanas al vicepresidente.
Dimisiones y críticas republicanas
La polémica sobre el asalto al Capitolio ha provocado ya dos dimisiones en el gabinete de Trump: las de las secretarias de Transporte, Elaine Chao, y de Educación, Betsy DeVos; a las que se suma una decena de funcionarios de la Casa Blanca. En paralelo, crecen las voces entre los republicanos críticas con la conducta de Trump.
Uno de ellos es uno de sus principales aliados en el Congreso, el senador Lindsey Graham, quien lamentó que los logros de Trump en estos cuatro años se hayan visto ensombrecidos por lo ocurrido el miércoles. El asalto al Capitolio "será un parte importante de su Presidencia. Es una herida autoinflingida. Fue ir demasiado lejos", opinó Graham. Por su parte, el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, fue más contundente y aseguró que Trump debería ser destituido.