El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que su gobierno cortará toda la financiación de fuentes federales a las escuelas o universidades "que permitan protestas ilegales", en referencia a las manifestaciones en centros educativos contra la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza. El presidente norteamericano, que el año pasado fue muy crítico con estas concentraciones, ha vertido una amenaza contra los estudiantes extranjeros, en su red, Truth Social, asegurando que "los agitadores serán detenidos o enviados permanentemente al país de donde vengan". Para los estudiantes estadounidenses dice que "serán expulsados permanentemente o detenidos, según el delito," y asimismo, mantiene que perseguirá "la utilización de máscaras para cubrir el rostro".

Trump ya firmó a finales de enero una orden ejecutiva donde prometía medidas contundentes para perseguir "la explosión de antisemitismo" en los campus universitarios y las "calles" de los Estados Unidos después de los atentados del 7 de octubre de 2023, asegurando incluso que los estudiantes "celebraban" los ataques perpetrados por Hamás y otras milicias palestinas. Concretamente, su administración ya avanzó el lunes que revisaría los contratos suscritos con la Universidad de Columbia, uno de los epicentros de las protestas, por supuestamente "no perseguir el antisemitismo". La administración de Trump considera rescindir más de 50 millones de dólares en contratos en Columbia por las acusaciones de "no proteger a sus estudiantes judíos" durante las manifestaciones de 2024.

La prestigiosa universidad de la Ivy League ya estuvo en el centro de la tormenta el año pasado. Las autoridades de Columbia fueron interrogadas en el Congreso, y su rectora Nemat Shafik, fue muy cuestionada por parte del profesorado y de alumnos para permitir el ingreso de las fuerzas de la orden en el campus para desalojar las protestas, y que acabó renunciando. Desde varios departamentos de esta institución con casi trescientos años de historia alertan en un comunicado conjunto que romper los acuerdos entre gobierno y universidad podría suponer unas pérdidas por valor de unos 5.000 millones de dólares.

"Mano dura contra el movimiento propalestino"

Las palabras de Trump responden a las protestas que estallaron en abril de 2024 en los campus universitarios por todos los EE.UU. contra la guerra en Gaza y el apoyo de Washington en Israel. Estas manifestaciones se prolongaron durante unos tres meses y provocaron la detención de aproximadamente 3.100 personas. Trump ha prometido "mano dura contra el movimiento propalestino", a lo que ha calificado de "proyihadista", y su orden ejecutiva de principios de año incluye identificar a los estudiantes extranjeros que participaron en las protestas para deportarlos y cancelar los visados de aquellos que se consideren "simpatizantes de Hamás".

Muchos de los estudiantes que participaron en las protestas han negado que apoyen a Hamás o que hayan incurrido en actos antisemitas, afirmando que su objetivo era manifestarse contra la ofensiva militar de Israel a Gaza, donde han muerto cerca de 50.000 personas. Estas justificaciones no han dado resultado, y con la llegada de Trump a la Casa Blanca, el Departamento de Justicia de los Estados ya ha anunciado que un grupo de trabajo visitará diez universidades de los EE.UU., entre ellas las prestigiosas Columbia y Harvard, para recopilar información sobre las protestas y evaluar posibles castigos.