El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido que deportará o encarcelará de manera inmediata a tres millones de inmigrantes ilegales y con antecedentes penales una vez tome posesión de su cargo el próximo mes de enero, según ha hecho saber en su primera entrevista tras ganar los comicios, en el programa 60 Minutes de la CBS.
"Lo que vamos a hacer es coger a la gente con pasado criminal, con antecedentes, miembros de bandas, narcotraficantes, probablemente dos millones -que podrían ser hasta tres- que sacaremos del país o encarcelaremos", cuenta en los primeros extractos de la entrevista que se publicará integramente en las próximas horas.
En el mismo extracto, Trump ha aventurado que podría utilizar como "vallas de seguridad" algunos de los actuales segmentos levantados del muro entre Estados Unidos y México.
President-elect Donald Trump says the wall on the Mexican border may have fence segments, tonight on #60Minutes: https://t.co/n4ZKu8f3mk pic.twitter.com/bCmtXgcyFh
— 60 Minutes (@60Minutes) 13 de novembre de 2016
Al anunciar que participará en el programa, en la que será la primera entrevista condedido como presidente electo, Trump ha acabado el tuit con un "que disfrutéis!".
I will be interviewed on @60Minutes tonight after the NFL game - 7:00 P.M. Enjoy!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de novembre de 2016
Preocupación en Europa
Por su parte, los ministros de Exteriores de la Unión Europea tratan este domingo el cambio en la Administración de EE.UU. en una reunión extraordinaria previa al consejo del lunes, donde debatirán las relaciones con Turquía y el plan europeo de seguridad y defensa.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini (foto), ha convocado una cena informal con los ministros de Exteriores, algo que ocurre raramente, para analizar el posible impacto en las relaciones transatlánticas de la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos.
En representación de España acudirá por primera vez como ministro de Exteriores el nuevo titular, Alfonso Dastis.
La UE ha insistido en su deseo de mantener la cooperación con Estados Unidos, su socio principal, aunque no ha ocultado su preocupación sobre cómo afectará el cambio al tratado comercial que negocian ambas partes desde hace tres años, el TTIP, y que podría encallarse definitivamente, o a la seguridad.
A los titulares de Exteriores se unirán el lunes por la tarde los de Defensa para hablar principalmente sobre la estrategia de seguridad y defensa de la UE, que quiere ayudar a los Estados en sus capacidades militares, en cooperación con la OTAN.
Problemas
Los países trazarán las prioridades para su cooperación en esta materia y sobre la creación de un fondo europeo para la Defensa, que plantea reticencias en varios países.
"Cuando se creía que el país que obstaculizaba la seguridad y la defensa era el Reino Unido, resulta que hay muchos que tampoco lo quieren, pero no lo decían porque tenían un jefe de filas [el Reino Unido]", explicó una fuente diplomática.
Los problemas pueden venir de los países que prefieran mantener una "dependencia" de Washington y de la OTAN, por ejemplo los que no cuentan con ejército propio, o aquellos que históricamente se han considerado "neutrales" y no se quieren comprometer en temas de desarrollo defensivo, como Irlanda, Suecia o Austria.
La nueva política de Trump en esta materia puede jugar un papel decisivo en la evolución de la estrategia europea.
Turquía
Aunque incluida a última hora en la agenda, la preocupación de los Veintiocho por los recientes acontecimientos en Turquía será el tema B de la reunión de los ministros de Exteriores este lunes.
Por la tarde, se sumarán los titulares de Defensa, en el que será el primer consejo en Bruselas de la nueva titular del ramo, María Dolores de Cospedal, y que se prolongará hasta el martes.
La UE mostrará su preocupación por la purga que llevan a cabo las autoridades turcas desde el fallido golpe de Estado de julio, con el cierre de medios, detenciones de periodistas o de miembros del partido opositor HDP, el tercero en el Parlamento de Ankara.
Una de las mayores preocupaciones de Bruselas es la posibilidad de que el Parlamento turco reintroduzca la pena de muerte, una línea roja que podría suponer el fin de las negociaciones para el ingreso del país en la UE.
En la reunión, algunos países podrían poner sobre la mesa la posibilidad de bloquear oficialmente las negociaciones de adhesión, aunque, según fuentes comunitarias, esta acción por parte de la UE es "poco plausible" y se espera "un mensaje equilibrado", dada la necesidad de cooperación, sobre todo en materia migratoria.
Está previsto que la posición de los países vaya en la línea de una declaración firmada esta semana por la alta representante europea, Federica Mogherini, en nombre de los Veintiocho, en la que manifiesta su preocupación por el debilitamiento del Estado de Derecho en Turquía e insta al respeto de los derechos fundamentales.
"La UE y sus Estados miembros seguirán y evaluarán la situación muy de cerca y siguen dispuestos a continuar el diálogo político con Turquía a todos los niveles, en el marco establecido", subrayan.