Poco más de 24 horas después de que un joven disparara contra Donald Trump, matando a una persona e hiriendo tres, el candidato republicano ha narrado cómo ha vivido el ataque. Trump, quien fue herido levemente en la oreja, ha explicado al Washington Examiner que no puede dejar de pensar en el momento de los disparos y el hecho de que haber girado la cabeza unos instantes antes le ha salvado la vida: “Se supone que no tendría que estar aquí”.

El expresidente estadounidense y candidato republicano se encontraba dando un mitin a Pensilvania cuando fue atacado. Mientras hablaba a su público, ajeno a lo que pasaría en unos segundos, Trump se giró para leer el teleapuntador en el momento en que el tirador disparó apuntando a su cabeza. “Lo más increíble fue que no solo me giré, sino que me giré en el momento exacto y en la cantidad exacta”, reflexiona Trump, que añade: “Solo que hubiera girado un poco menos, me habría alcanzado (la bala) en la parte posterior del cerebro”.

En esta conversación con el periodista del Washington Examiner y otros miembros de la prensa a bordo del avión privado del magnate, Trump ha explicado que la imagen de él levantando el puño nació motivada de la necesidad del republicano de dejar claro a sus seguidores que estaba bien. Además, el candidato ha defendido a los agentes del Servicio Secreto que lo han defendido y ha reconocido que el atentado cambia la campaña. Trump ha mantenido un tono más conciliador y ha vuelto a hacer un llamamiento a la unidad.

Convención republicana

Trump ya ha llegado a Milwaukee, donde tendrá lugar la convención nacional que confirmará el nombramiento para las elecciones del 5 de noviembre. El exmandatario había indicado en su red Truth Social antes de elevarse que los hechos le hicieron plantearse retrasar dos días su llegada al acontecimiento, pero después decidió que no podía permitir que un “tirador o potencial asesino” cambiara su agenda.

Milwaukee ya está blindada ante la llegada del expresidente y la celebración de la convención, con el centro de la ciudad cerrado al tráfico y numerosa presencia policial y vallas en torno al centro de congresos, donde se espera la presencia de 15.000 delegados del Partido Republicano procedentes de los 50 estados del país.

“Esta es probablemente una de las zonas más seguras en la faz de la tierra ahora mismo”, dijo a la prensa el presidente del Partido Republicano en Wisconsin, Brian Schimming, para tranquilizar a los centenares de delegados republicanos que han ido llegando durante todo el día para el gran acontecimiento de partido que empieza mañana y durará cuatro días.