El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este jueves durante una comida con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que no cree que haya ningún problema para alcanzar un acuerdo "con Europa y con quien sea" en materia de aranceles, teniendo en cuenta el atractivo que tiene el mercado norteamericano. En las puertas de la Casa Blanca, el republicano ha dado una cálida bienvenida a la mandataria, con quien coincide en muchas de sus ideas políticas y es considerada por muchos como la jefa de gobierno de la Unión Europea más próxima al magnate neoyorquino. "No creo que tengamos muchos problemas para alcanzar un acuerdo con Europa y con quien sea, porque tenemos algo que todos quieren", ha declarado el presidente norteamericano a los medios que cubren el encuentro.

De hecho, uno de los periodistas presentes en la Casa Blanca ha preguntado a Trump sobre qué ocurriría si no hay un acuerdo con Bruselas pasados ​​los 90 días que dio de tregua el pasado 9 de abril en la aplicación de aranceles sobre importaciones de la UE. La respuesta del magnate ha sido contundente: "Habrá un acuerdo comercial. Claramente". Está por ver si la visita de Meloni a Washington sirve para mejorar la comunicación entre el Gobierno republicano y el ejecutivo comunitario de cara a desactivar cuanto antes las tensiones comerciales y acelerar negociaciones. Por el momento, las declaraciones de ambos dirigentes han sido conciliadoras.

Meloni ha asegurado que cree en la "unidad de Occidente" y que "simplemente" hay que hablar para llegar a un acuerdo arancelario. "Debemos hablar y encontrarnos en el mejor camino intermedio para crecer juntos, por eso estoy aquí", ha señalado la primera ministra italiana al inicio del encuentro en la Casa Blanca. Si no creyera que Estados Unidos es un socio fiable, ha añadido, no habría viajado a Washington. "Estoy segura de que podemos llegar a un acuerdo y estoy aquí para ayudar a ello. No puedo negociar en nombre de la Unión Europea. Mi objetivo sería invitar al presidente Trump a una visita oficial a Italia y ver si existe la posibilidad de organizar también una reunión similar con Europa", ha recalcado aludiendo a la necesidad de hablar con franqueza.

Trump ha dedicado parte de su intervención a la propia Meloni, a quien ha colmado de elogios. El líder republicano ha declarado que es "una gran primera ministra", que está haciendo "un gran trabajo en Italia" y que está muy orgulloso de ella: "Es una de las verdaderas líderes del mundo y estoy muy orgulloso de estar con ella", ha añadido. Por su parte, Meloni ha dicho que está "orgullosa de estar hoy aquí como primera ministra de Italia, que se encuentra en una situación muy buena". "Durante los últimos dos años, mi Gobierno ha creado un millón de puestos de trabajo, la inflación está bajando y la migración ha caído un 60%.", ha dicho.

La complicidad entre ambos mandatarios se ha visto reflejada durante todo el encuentro. Ha sido una reunión muy distinta a la que protagonizaron Trump y Zelenski hace unas semanas, en la que el presidente estadounidense humilló a su homólogo ucraniano. Aparte de los elogios, las buenas palabras y las demostraciones de voluntad negociadora, el magnate también ha dicho que no le preocupa que a causa de la guerra comercial pueda haber aliados tradicionales de Estados Unidos que negocien más con China. Sin embargo, ante los acercamientos de Europa al gigante asiático, el líder republicano dio marcha atrás el miércoles respecto a los aranceles considerados "recíprocos" que anunció días antes y rebajó su ofensiva dejando durante un plazo de 90 días un arancel generalizado del 10% para la mayoría de países y regiones.

El empresario neoyorquino también ha asegurado que la Casa Blanca no tiene "ninguna prisa" en cerrar cuanto antes otro pacto para retirar barreras comerciales con Japón, después de que el propio Trump participara en persona el miércoles en un encuentro con una delegación nipona de visita en Washington.