Donald Trump ha ordenado desmantelar el Departamento de Educación de Estados Unidos y reducir sus funciones a la mínima expresión, en línea con su promesa electoral de recortar el gobierno federal y devolver competencias en enseñanza a los estados. Como el departamento no se puede cerrar sin la aprobación del Congreso, la Casa Blanca ha admitido que la agencia mantendrá algunas competencias básicas como la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles. El presidente ya había sugerido que podría conseguir suficiente apoyo parlamentario para cerrar formalmente el departamento, aunque todavía no queda claro si ha conseguido el apoyo de algún legislador demócrata. Hay que recordar que la justicia ya ha tumbado otros desmantelamientos de departamentos, como el de la USAID.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, también había anunciado antes la decisión de poner en baja administrativa a la mitad del personal a partir de este miércoles. Cuándo Trump llegó al poder en enero, el departamento tenía 4.133 trabajadores y ahora la cifra se reducirá en 2.183. La orden ejecutiva de este jueves también ordena a McMahon a asegurarse de que los recursos de la agencia no sean utilizados en iniciativas o proyectos que promuevan políticas de diversidad, equidad e inclusión, ni tampoco en ninguna actividad relacionada con “la ideología de género”.
Los republicanos, muy críticos con el departamento
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha precisado por la mañana que la orden consiste en reducir “considerablemente la escala y el tamaño” de la institución. “Hemos gastado más de tres billones de dólares en esta burocracia federal. ¿Cuál ha sido el retorno de esta inversión para el contribuyente de EE.UU.? Niveles que distan mucho de ser ideales”, ha apuntado, haciendo referencia a los malos resultados que los estudiantes del país consiguen en pruebas de nivel de lectura, ciencia o matemáticas. Y ha añadido: “El presidente finalmente ha tomado medidas muy necesarias para que la educación vuelva a donde tiene que estar, es decir, los educadores más cercanos a los estudiantes, en sus aulas, en sus respectivos estados”.
Los republicanos fueron muy críticos con el Departamento de Educación bajo el mandato del demócrata Joe Biden (2021-2025), en particular con las decisiones de perdonar préstamos estudiantiles y extender las protecciones contra la discriminación sexual en la educación a las personas del colectivo LGTBI. El Departamento de Educación, entre otras cosas, está encargado de distribuir los fondos federales a los estados para estudiantes sin recursos.