La administración de Trump ha rechazado un plan muy esperado para la reconstrucción de Gaza avalado por los líderes árabes, diciendo que el presidente mantiene su propia visión, que incluye expulsar a los residentes palestinos del territorio y transformarlo en una "Riviera" propiedad de los Estados Unidos. "La propuesta actual no aborda la realidad de que Gaza es actualmente inhabitable y los residentes no pueden vivir humanamente en un territorio cubierto de escombros y municiones sin explotar", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, en un comunicado el martes por la noche. "El presidente Trump mantiene su visión de reconstruir Gaza libre de Hamás. Esperamos nuevas conversaciones para llevar paz y prosperidad a la región".

Tal y como dice la CNN, el plan de posguerra para la Franja de Gaza, que fue propuesto por Egipto y pedía que Hamás cediera el poder a una administración interina hasta que una Autoridad Palestina (AP) reformada pueda asumir el control, permitiría que sus aproximadamente 2 millones de palestinos se queden, en contraste con la propuesta de Trump. En declaraciones en El Cairo, el presidente de la AP, Mahmud Abás, prometió que se celebrarán elecciones generales a Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, ocupada por primera vez en casi dos décadas, "si las circunstancias son adecuadas".

Gaza: ¿cuál es el futuro después de la guerra?

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, todavía se niega a declarar qué prevé para el futuro de la posguerra de Gaza, excepto para decir que avala el plan de Trump por "una Gaza diferente". Y cree que ni la AP ni Hamás tendrían que gobernar Gaza. La propuesta de 53.000 millones de dólares de las naciones árabes pide la reconstrucción de Gaza el año 2030. La primera fase pide empezar la eliminación de municiones sin explotar y limpiar más de 50 millones de toneladas de escombros dejados por los bombardeos y las ofensivas militares de Israel.

Miembros del gobierno de Jordania han afirmado en la CNN que el plan se presentará al presidente Donald Trump en las próximas semanas. Aunque los estados árabes avalaron el plan de Egipto, el alcance de su apoyo regional sigue siendo incierto. Notablemente, los líderes de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos —naciones ricas del Golfo cuyo apoyo financiero sería vital para cualquier estrategia de posguerra— estaban ausentes de la cumbre. Mientras tanto, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune boicoteó la reunión, citando "desequilibrios y deficiencias" y criticándola como "monopolizada por un grupo limitado y reducido de países árabes".

Según la CNN, que ha obtenido una copia del documento, expone un plan ambicioso para desarrollar centros comerciales, un centro de convenciones internacional e incluso un aeropuerto en cinco años. También pretende atraer turistas mediante la construcción de complejos turísticos y la mejora de la costa mediterránea del enclave. También reconoce las dificultades que se podrían encontrar para desarmar a los militantes en la Franja de Gaza. "Es una cosa que se puede tratar, e incluso terminar para siempre, solo si sus causas se eliminan mediante un horizonte claro y un proceso político creíble," destaca.

Sami Abu Zuhri, un alto responsable de Hamás, ha destacado el martes en Reuters que las armas del grupo no eran negociables. "El arma de la resistencia es una línea roja, y no es negociable", ha argumentado. "No aceptaremos ningún acuerdo para cambiarlo por la reconstrucción o la entrada de ayuda". Hamás ha enviado señales contradictorias sobre su futuro en Gaza en las últimas semanas. Los analistas han dicho que si bien el grupo ha demostrado que está dispuesto a discutir la desmilitarización como objetivo final de un proceso de paz, está dispuesto a no permitir que se convierta en un requisito previo del proceso. Osama Hamdan, un alto funcionario de Hamás, insistió el mes pasado en que el grupo no se desarmará e incluso puede crecer después de la guerra en Gaza. La semana pasada, el funcionario de Hamás Husam Badran comentó que el grupo estaba dispuesto a dejarse al margen de gobernar Gaza. "Nuestra única condición es que eso sea un asunto palestino interno: no permitiremos que ningún partido regional o internacional se implique", dijo a Al Arabiya. "Mientras haya consenso nacional, Hamás no participará en el gobierno".

¿Qué pasa con el alto el fuego entre Hamás e Israel?

El actual alto el fuego en Gaza, vigente desde enero, continúa en duda después de que el sábado expirara su primera fase. Israel ha aceptado lo que dice que es una propuesta alternativa de los EE.UU. para extender el cese de las hostilidades y la liberación de los rehenes presos en el ataque de Hamás al sur de Israel, el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra.

Israel ha bloqueado la entrada de alimentos, combustible, medicamentos y otros suministros en Gaza para presionar a Hamás para que acepte el acuerdo y ha advertido de las consecuencias adicionales, hecho que ha levantado el temor de volver a los combates. La suspensión de la ayuda generó críticas generalizadas, con grupos de derechos humanos que dijeron que violaba las obligaciones de Israel como potencia ocupante, según el derecho internacional.

En declaraciones en la cumbre que anunció el plan para el futuro de Gaza, el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi dijo que no habría "auténtica paz" sin el establecimiento del Estado palestino. Israel se ha comprometido a mantener un control de seguridad abierto tanto en Gaza como en Cisjordania, que capturó en la guerra del Oriente Medio de 1967 y que los palestinos quieren para su futuro estado. El gobierno de Israel y la mayoría de su clase política se oponen al Estado palestino.