Cuando más se le esperaba, el día en que el recuento matemático ya indicaba su derrota, Donald Trump estuvo desaparecido. Y lejos de dar la cara envió a su bufón, al abogado Rudy Giuliani, a un descampado para ofrecer una rueda de prensa donde amenazaba con emprender acciones legales si no se revisaba el recuento de votos. Después de aquello, la deriva de la imagen de un Trump enloquecido por no saber perder ha sido una constante.
En presente o pasado, el republicano reitera que ha ganado las elecciones de los Estados Unidos. La última muestra, hoy con un "I won the election" ("gané las elecciones"). La misma red social de Twitter acompaña la frase con una advertencia: "Los datos oficiales dan un resultado diferente", y enlaza con una serie de noticias donde destacan la victoria del demócrata Joe Biden.
En otra publicación, Trump añade: "El recuento falso que está teniendo lugar en Georgia no quiere decir nada, porque no permiten que las firmas sean examinadas y verificadas. ¡Rompe el decreto de consentimiento inconstitucional!". Nuevamente, el pajarito de Twitter responde: "Esta afirmación sobre fraude electoral está en disputa". Los expertos y funcionarios defienden que no hay ningún tipo de fraude y advierten sobre el "peligro de la desinformación" generada por Trump.
Lejos de quedarse corto, Trump también mezcla peras con manzanas y habla del coronavirus. Ahora, se pone la medalla del descubrimiento de las vacunas americanas: "Se acaba de anunciar otra vacuna. Esta vez por Moderna, 95% efectiva. Para estos grandes 'historiadores', recuerden que estos grandes descubrimientos, que pondrán fin a la plaga de China, todos tuvieron lugar bajo mi supervisión".