Donald Trump, que el próximo 14 de junio cumplirá 79 años, es el presidente de mayor edad que ha asumido el cargo en la historia de los Estados Unidos, superando a Joe Biden por unos meses. El viernes se sometió al primer examen médico anual, una revisión de cinco horas en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, que es la primera que se hace desde que empezó su segundo mandato y desde que tuvo el atentado el pasado julio durante un mitin a Pensilvania, donde resultó levemente herido en una oreja. Según informó la Casa Blanca, las pruebas incluyeron controles de rutina como presión arterial, niveles de colesterol y también análisis cognitivos. "He sido mucho tiempo, pero creo que me ha ido bien", ha dicho el magnate, quien presumió "de estar en forma" de tener "un buen corazón, una buena alma, una muy buena alma" y haber superado satisfactoriamente las pruebas cognitivas. "No sé qué decir, aparte que respondí correctamente a todas las preguntas", afirmó en un encuentro con los periodistas en medio del vuelo con el Air Force One que lo llevaba directamente a Florida para pasar el fin de semana en su complejo de Mar-a-Lago jugando a golf.

Evaluación de agudeza mental

El presidente norteamericano reconoció que someterse a una evaluación de agudeza mental era "lo que el pueblo norteamericano quiere", y lanzó otro ataque al predecesor: "Biden se negó a hacerla". Trump ha presumido siempre de estar sano y de manera recurrente se compara con Joe Biden, de 82 años, de lo que suele burlarse por sus famosas confusiones y al que consideraba senil y que no estaba mentalmente capacitado para el cargo. De hecho, la edad se convirtió en un tema importante a las elecciones del 2024 cuando Trump y Biden se enfrentaron como los dos candidatos más viejos de la historia, y el presidente demócrata se vio obligado a retirarse de la carrera electoral, y dejar paso a la candidatura de Kamala Harris, después de un desastroso debate televisado contra Trump.

A pesar de sus buenas sensaciones, los resultados serán los que dictaminen el verdadero estado de salud de Trump, que en el pasado tuvo algunos problemas de sobrepeso. Ahora está más delgado que durante su primer mandato, no acostumbra a beber alcohol y no fuma, pero sí consume un exceso de comida rápida. Los médicos le han ofrecido "un poco" de consejo sobre cambios en el estilo de vida que podían mejorar su salud, pero no detalló cuáles eran, aunque en ocasiones anteriores le han recomendado más ejercicio y vigilar su dieta y el control del colesterol.

Falta de transparencia y elogios exagerados

A Trump se le ha acusado de falta de transparencia sobre su salud, en particular durante el primer mandato del 2017 en el 2021, pero ahora la Casa Blanca se ha comprometido a hacer públicos los resultados. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo mientras Trump todavía era examinado, que un "informe del médico de la Casa Blanca" sobre su salud sería publicado "tan pronto como sea posible" e indicó que sería exhaustivo. El mismo Trump dijo después de pasar los exámenes que creía que el informe del médico sobre su último examen estaría listo domingo, aunque, si se toma como referencia lo que ha pasado en otras ocasiones, no está tan claro que se ofrezcan todos los resultados, y los medios norteamericanos ya se huelen que lo más probable es que estos vayan acompañados de elogios exagerados sobre el buen estado de salud de Trump, como ya pasó en el pasado.

En el 2015, cuando Trump era candidato a la presidencia por primera vez, su médico Harold Bornstein publicó una carta diciendo que el magnate "sin ninguna duda, será el individuo más sano nunca elegido" para el cargo y posteriormente admitió que la redactó al dictado de Trump. En el 2018, durante el primer mandato, Trump se sometió a una prueba cognitiva por propia iniciativa, obteniendo una puntuación perfecta de 30/30, y su médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, declaró que no había "ningún indicio de problemas cognitivos" y calificó su salud como "excelente". El mismo médico, durante la campaña de las últimas elecciones, y después del atentado de julio, publicó un informe en el cual también se elogiaba el estado de salud de Trump y aseguró que las heridas en la oreja fueron "superficiales".