A pesar de las críticas globales que ha recibido por su idea de convertir Gaza en una nueva Riviera, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha mostrado convencido de que en realidad "a todo el mundo le encanta el plan". Recordamos que la idea consiste en hacer que los Estados Unidos recupere el control de la franja y los palestinos sean reubicados en otros países mientras se hacen las tareas de reconstrucción. En unas declaraciones este miércoles en el Despacho Oval, en la Casa Blanca, el mandatario ha insistido en que la idea ha gustado, cuando en realidad lo que más se han escuchado han sido críticas por todos lados.
Estas declaraciones las ha hecho en el marco del juramento de la nueva fiscal Pam Bondi, comprometida a proteger la Constitución de país. Por eso mismo, el presidente no ha querido que su propuesta sobre Gaza volviera a acaparar la atención. "No es el momento adecuado", ha respondido cuando los periodistas han intentado extraerle algún detalle más sobre el proyecto que quiso adelantar el martes aprovechando la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Así pues, al día siguiente del gran anuncio, poca información más ha trascendido, más allá de la voluntad de convertir Gaza en la nueva "Riviera de Oriente Medio". Esta iniciativa tendría que suponer el desplazamiento de los palestinos a otros países, sea Egipto o Jordania. Los dos países, pero, no han mostrado nunca ningún tipo de interés de aceptar la propuesta. También se oponen a ello otros países como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Arabia Saudí, la misma Autoridad Palestina y la Liga Árabe.
Una idea sin apoyo
La idea de Trump, pues, no parece tener de momentos suficientes apoyos para poder materializarse, aunque intentó presentarlo como una propuesta de negocio inmobiliario en imagen y semejanza de los que a él le han convertido en un magnate millonario, pero, así y todo, intentó enmarcarlo como una medida humanitaria. Según él, se hace difícil imaginar que alguien quiera seguir viviendo en un lugar como es ahora Gaza, "zona de demolición", país devastado materialmente después de meses y meses de una intensa guerra.
Las últimas intervenciones de Trump también han supuesto un giro en el guion prometido durante la campaña electoral. Si bien en aquel momento intentó obtener votos prometiendo que los Estados Unidos se retiraría de conflictos internacionales, ahora dice que en Gaza se podrían desplegar tropas para ayudar a la reconstrucción del país. Así quería demostrar su disposición absoluta a invertir todos los esfuerzos para hacer viable el proyecto de la nueva "Riviera". La propuesta ha recibido un rechazo global y prácticamente absoluto. Desde la ONU se le ha recordado de que el traslado forzoso de personas desde un territorio ocupado está prohibido por el derecho internacional.