Cuando alguien piensa en el país más hermético del mundo, seguro que Corea del Norte es el primero que le viene en la cabeza. Pero podría no ser así. Otros es posible que no sepan exactamente dónde cae Turkmenistán. Y es que tiene frontera con Irán y Afganistán y el país consiguió su independencia cuando cayó la URSS, en 1991. Partiendo de esta base, este fue precisamente el momento histórico donde empezó lo que es ahora una de las dictaduras más extravagantes y peculiares del mundo.

En torno a Turkmenistán hay mucha desinformación y desconocimiento. Especialmente, con respecto al funcionamiento interno. En este sentido, se podría decir que es exactamente un misterio de cara afuera. Además, es un país bastante aislado y con represión política. Por este mismo motivo, tiene muchas similitudes con Corea del Norte y el régimen de Kim Jong-un. En este sentido, no sería extraño que Turkmenistán disfrutara de la popularidad que tiene Corea del Norte, por esta misma razón.

Los tres presidentes del país

El presidente de Turkmenistán es Serdar Berdymuhamedov y lo es desde el 2022. La presidencia del país pasó ahora hace dos años de padre a hijo, antes lo era Gurbanguli Berdymukhamedov. Antes de ser presidente, el hijo sirvió como vicepresidente del Consejo de Ministros. Gurbanguli Berdymukhamedov ocupaba el cargo de presidente desde el 2006 y era conocido con el nombre de 'proctector'. Su antecesor, Saparmurat Niyazov, se encargó durante sus últimos días de vida de dejar el cargo en manos de alguien que fuera próximo y de máxima confianza. Por lo tanto, le cedió el poder a quien fue amigo y confidente. Aparte de esta casuística, la vida del país está marcada por el hecho de tener las cuartas reservas de gas del mundo.

De los tres presidentes, hay algún detalle para destacar y a tener en cuenta. Después de la caída de la URSS, Niyazov pasó de ser líder regional a dar apoyo el golpe de Estado contra Gorbachov. Además, prohibió el Partido Comunista. Escribió él mismo un libro, tal como destaca eldiario.es, que es, ni más ni menos, que su interpretación del Corán. Reescribió la historia del país y lo estableció como código de conducta. La obra era de lectura obligada en colegios y universidades. Y además, se tenía que pasar un examen de este para acceder a trabajos públicos. Cuando murió en el 2006, dejó el poder a Gurbanguli Berdymukhamedov. De hecho, él fue quien ganó las primeras elecciones del país con varios candidatos, con el 97% de los votos. Hay que recordar que Kim Jong-un, ganó las últimas elecciones con un 99,9%. Serdar Berdymuhamedov ganó las elecciones con el 73% de los votos. Aunque Berdymuhamedov padre ya no es jefe de Estado, mantiene una posición política importante, como jefe de Halk Maslahaty (Consejo del Pueblo), tal como destaca el FactBook de la CIA.

Dentro del hermetismo de Turkmenistán

Durante el gobierno de Niyazov, este se había convertido en un tipo de ser divino que consiguió monopolizar todos los niveles de poder del país; disfrutando, pues, de un poder ilimitado y repartiéndolo libremente en los suyos amigos y familiares para así poder eliminar fácilmente cualquier forma de oposición y silenciar toda voz disidente. Solo hay que ver, pues, el traspaso de poderes del 2006.

Así pues, igual que en el régimen norcoreano, en Turkmenistán también se ha fomentado una cultura de adoración de sus líderes políticos. De hecho, en su capital, Ashgabat, se pueden encontrar majestuosas estatuas de oro que el único objetivo que tienen es idolatrar a su gran líder. De hecho, Berdymunhamedov no tuvo dudas a la hora de hacerse construir una estatua de oro propia donde aparece montando a caballo. Una estatua que llega a los 21 metros de altura. Un presidente que tampoco se detuvo a la hora de construir una estatua a uno de sus perros.

Lujo sin filtros

Uno de los elementos que se ven más en las construcciones del país es el mármol. Construcciones de dimensiones colosales e inversiones públicas sin filtros. Inmensas avenidas a la capital y una ciudad resorte llena de hoteles y edificios de lujo que parecen estar totalmente vacíos, tal como recoge El Comercio. Además, con la excusa de querer reactivar la economía e incentivar el turismo internacional, se llevaron a cabo dos construcciones especialmente destacables, como por ejemplo, un aeropuerto internacional en forma de pájaro con un coste de 2.000 millones de euros y una villa olímpica de 5.000 millones que se utilizó solo durante dos semanas en el 2017 por los Juegos Olímpicos Asiáticos. Unas instalaciones, pues, que ahora han quedado en desuso.

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La competencia con Corea del Norte es ya firme. En el 2018, por primera vez, el país superó al asiático por la ausencia de libertad de prensa y persecución de periodistas, destacaba un informe de Reporteros sin Fronteras, que recogía eldiario.es. El mismo diario, de hecho, constata que en el listado de mercancías prohibidas, en la aduana, al lado de las armas y las drogas, se incluyen otros objetos peligrosos como los medios de información y ediciones impresas.