La vida pasa y una cosa que un día parece inverosímil, al otro ya es rutina pura. Y eso se está viendo con el caso de Afganistán, dónde los talibanes, que sólo hace 24 horas que controlan el 100% del territorio después de la salida de los últimos diplomáticos y militares norteamericanos, ya negocian con Turquía y Qatar la gestión técnica del aeropuerto de Kabul, un paso imprescindible para el desarrollo del país bajo el nuevo régimen y, tambien, para su reconocimiento internacional (aunque sea implícito).
El emirato del Golfo Pérsico ha enviado este miércoles un "equipo técnico" para abordar la reanudación de las operaciones en el aeropuerto de la capital afgana, después de su interrupción después de la salida de las últimas tropas de los Estados Unidos. También ha viajado hasta la capital afgana un equipo turco, según ha confirmado un portavoz talibán a la agencia de noticias rusa Sputnik.
El encuentro, que se habría producido a instancias de los talibanes, tendría como objetivo que se reanuden los vuelos desde y hacia Kabul "para la asistencia humanitaria y para ofrecer la libertad de movimiento de una forma segura", incluidas las evacuaciones.
🇶🇦🇦🇫 Aterriza en el aeropuerto de Kabul un vuelo de Qatar Airways. Es el primer vuelo en llegar desde que los Talibán tomaron el control de las infraestructuras tras la salida de las tropas extranjeras. Se dice que trae personal técnico para poner en funcionamiento el aeropuerto. pic.twitter.com/ho7lzb2UTY
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) September 1, 2021
La cadena de televisión catarí Al Yazira ha afirmado que los talibanes prefieren que la reanudación de las operaciones en el aeropuerto de Kabul esté en "manos afganas", pero que están dispuestos a pedir ayuda a Turquía o Qatar. Hay que recordar que Turquía es un país miembro de la OTAN, organización que hasta hace nada luchaba contra los talibanes sobre el territorio.
Hoy mismo, el ministro de Asuntos Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman Al Zani, ha instado a los talibanes a abrir un "corredor seguro" para la salida y entrada de los civiles del Afganistán, en una rueda de prensa con su homóloga holandesa, Sigrid Kaag, en Doha.
Qatar y la voluntad mediadora
Al Zani ha añadido que "el Estado catarí está trabajando de forma continua para facilitar la salida de los extranjeros de Afganistán", sin ofrecer más detalles sobre el papel de su país, que en los años pasados ha mantenido buenas relaciones con el movimiento talibán. De hecho, desde el 2013 los talibanes tienen una oficina de representación en el exterior en Doha, donde han negociado con el gobierno estadounidense el proceso de paz a lo largo de los últimos meses.
Pero Qatar también mantiene muy buenas relaciones con los Estados Unidos. Un ejemplo es que aloja la principal base militar de la primera potencia mundial en el golfo Pérsico, la base aérea de Al Udeid, en la cual hicieron escala muchos de los vuelos de evacuación de Kabul en las pasadas dos semanas.
"Qatar se ha ofrecido como mediador en la política regional desde hace casi dos décadas. Lo hace principalmente porque quiere mejorar su posición regional", asegura a DW Guido Steinberg, de la Fundación Ciencia y Política. "En el pasado, Qatar era muy dependiente de Arabia Saudí: en los años 70 y 80 era prácticamente un protectorado saudí". Es decir, Qatar ha querido liberarse de la órbita de su gran vecino posicionándose como un mediador independiente.
La abertura de los talibanes
La llegada de los técnicos este miércoles ya supone por sí mismo un hito inédito desde la retirada de tropas norteamericanas y se suma al permiso obtenido esta misma semana por un avión que aterrizó con suministros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Mazar-i Sharif, en la zona norte del país.
La ONU ha reclamado que la ayuda humanitaria pueda entrar sin trabas en territorio afgano, para lo cual considera que es clave que el aeropuerto de Kabul pueda seguir operativo, y los propios talibán han prometido que autorizarán los vuelos civiles y la salida de todos aquellos afganos que cuenten con "documentación legal".
Otro de los objetivos de los insurgentes, que todavía están en negociaciones para configurar el futuro régimen, pasa por garantizar el suministro de bienes básicos después del lapso de las últimas semanas. La Caámara de Comercio e Industria ha confirmado que dos trenes de mercancías han llegado este miércoles desde el vecino Uzbekistán, según la agencia Pajhwok.