La cara más visible de la caída del régimen de Bashar al-Assad es la de Abu Mohamed al-Golani, líder del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe). La noticia es que el yihadista se ha reunido con el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, en un encuentro histórico en Damasco. Desde el estallido de la guerra civil en Siria el año 2011 no se había celebrado una reunión con un alto cargo del gobierno de Ankara. Hasta hoy. Los dirigentes han ratificado los lazos de amistad entre ambos países en una reunión que supone un paso más en el cambio de rumbo de Siria de las últimas semanas.
Turquía juega un papel fundamental en el país árabe. Por un lado, ha alimentado a los grupos de oposición a Al-Assad durante años. Por el otro, todavía libra una campaña militar contra las milicias kurdas de Siria, a las que vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como grupo terrorista por Ankara. "El país amigo Turquía ha dado apoyo al pueblo sirio desde el comienzo de la revolución", ha declarado Al-Golani en la rueda de prensa posterior a la reunión con Fidan. La máxima autoridad diplomática del gobierno de Erdogan ha asegurado que su país "está legítimamente orgulloso de estar en el lado correcto de la historia" y ha justificado su visita porque es un miembro más de la oposición a Al-Assad.
Fidan ha destacado que el factor que más preocupa en Turquía es la seguridad. "No nos podemos quedar de brazos cruzados. La seguridad en Siria tiene que ser establecida desde ahora mismo". El ministro también ha recordado que "no existe lugar|" ni para el PKK ni para las milicias de las Unidades de Protección Popular (YPG), el ala armada del partido político kurdo en Siria. "El PKK y las YPG se tienen que disolver cuanto antes mejor", ha sentenciado el turco, que ha solicitado, una vez más, el levantamiento de las sanciones de la Unión Europea y los Estados Unidos sobre el régimen sirio para facilitar el periodo de transición.
"El pueblo turco, el Estado turco y el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, siempre apoyarán al pueblo sirio", ha sentenciado Fidan. El ministro, sin embargo, ha reconocido los "grandes desafíos" que hay por delante en un país "donde la mitad de la población sigue fuera y la infraestructura económica se ha hundido" por años de conflicto.
El papel de la UE
Después de la caída de Al-Assad, la Unión Europea ha abierto la puerta a la posibilidad de reducir las sanciones a Siria. Desde Bruselas todavía consideran al HTS como una organización terrorista por sus anteriores vínculos con Estado Islámico. Eso hace desconfiar a los 27 sobre si el grupo islamista puede garantizar una transición democrática o no. En este sentido, la UE envió al principio de esta semana una delegación para mantener conversaciones con los líderes del HTS. Esta reunión supone un primer paso hacia la normalización de las relaciones políticas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ya ha hablado sobre las duras sanciones impuestas contra el régimen, un tema que ha discutido con Erdogan.