El estallido de una crisis en Rusia, con la revuelta del grupo Wagner contra el Kremlin, se ha convertido en una oportunidad para el ejército ucraniano. Las tropas de Volodímir Zelenski han aprovechado el caos generado para centrarse en preparar un contraataque en Bajmut, territorio donde los mercenarios de Wagner tenían una gran importancia para la ofensiva del Kremlin. Según el ministerio de Defensa ruso, "aprovechando la provocación de Yevgeny Prigozhin para desorganizar la situación, el régimen de Kyiv en Bajmut está concentrando unidades de las brigadas marinas 35 y 36 de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las líneas de partida de las operaciones ofensivas".
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De hecho, los mercenarios rusos anunciaron este mismo mes la toma de Bajmut, después de una dura y larga batalla que dejó el territorio prácticamente vacío y con consecuencias visibles de la guerra. Por su parte, Ucrania no ha confirmado ninguna ofensiva y el ministerio de Defensa ucraniano solo se ha limitado a asegurar a través de las redes sociales que están "observando" la situación.
48 horas cruciales para Ucrania
El asesor de Presidencia ucraniano, Mijailo Podoliak, ha afirmado que las próximas 48 horas serán claves para decidir el futuro de Rusia y su invasión en Ucrania. "Las próximas 48 horas definirán el nuevo estatus de Rusia. O acaba en una guerra civil, o abre una transición negociada de poder, o supone un episodio antes de la siguiente fase de la caída de Vladímir Putin", ha planteado a través de su cuenta de Twitter. "Todos los potenciales jugadores están decidiendo ahora mismo de qué lado están", ha añadido el asesor, en un mensaje dirigido hacia la comunidad internacional para que los países abandonen su política de neutralidad.
Quien ya ha posicionado ha sido el líder checheno Ramzan Kadirov, que ha mostrado su apoyo al presidente ruso después de esta "puñalada por la espalda" del grupo Wagner. "Amigos, la noche ha sido difícil y hasta ahora no he tenido tiempo para expresar aquí mi opinión sobre esta vil traición. Lo que está pasando es una puñalada por la espalda y un verdadero golpe militar", ha asegurado Kadirov, que también ha hecho un llamamiento "a los luchadores y patriotas para que no caigan en provocaciones". "La seguridad del estado y la cohesión de la sociedad rusa en este momento están por encima de todo. Apoyo a cada palabra de Vladímir Putin", ha añadido. El mandatario checheno ha insistido en que hará cualquier cosa para parar Prighozin, incluso, se ha mostrado dispuesto a sacrificar su vida "por la patria". "Hay que frenar a Prighozin. Mis tropas entrarán en la batalla", ha asegurado.