Ucrania busca créditos y otros mecanismos de financiación propios para seguir ejecutando los programas que hasta ahora funcionaban con ayuda económica de USAID, la agencia de cooperación internacional norteamericana, según ha explicado en una entrevista con la agencia ucraniana Ukrinform uno de los jefes adjuntos de la oficina presidencial ucraniana.

"Estamos trabajando con el Banco Nacional y con instituciones bancarias en préstamos", ha explicado Víktor Mikita, el adjunto del presidente Volodímir Zelenski encargado de bregar con las consecuencias de la interrupción a la financiación de USAID decretada para un plazo de 90 días por el nuevo presidente de los EE.UU., Donald Trump.

Mikita añadió que la Administración de Zelenski prepara una reunión con los representantes de las autoridades regionales y locales en la que participarán los bancos en cuestión, el Ministerio de Economía y el de Finanzas para buscar fórmulas de financiar los proyectos afectados por la decisión de Trump sin quitar los recursos públicos que se destinan a financiar la defensa de Ucrania.

Uno de los sectores afectados es el de la energía, donde USAID ha financiado maquinaria y equipamiento por valor de 130 millones de dólares para hacer frente a los daños causados por los ataques rusos sucesivos contra la red eléctrica ucraniana. Los servicios de soporte a los veteranos de guerra ucranianos que regresan del frente es otro de los capítulos que se financiaba parcialmente con dinero de los Estados Unidos. Mikita ha pedido a las autoridades regionales ucranianas que busquen donantes privados en sus pueblos y ciudades para cubrir el agujero.

Zelenski pide dinero a Europa

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo que se implique en los programas para ayudar a los veteranos ucranianos que la USAID ha dejado de financiar hasta que se complete la auditoría ordenada por Trump para evaluar si es en interés de los EE.UU. proseguir con estos gastos.

La USAID también financió, entre muchos otros proyectos dedicados a la digitalización y la promoción de las ONG y los medios, la modernización y mejora de los lugares de aduanas ucranianos, que se vieron saturadas al empezar la guerra por la interrupción del tráfico, marítimo y aéreo.

La guerra no se detiene

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha denunciado un aumento de los ataques contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control del ejército ruso desde el 2022. "El número de ataques contra la central de Zaporiyia aumenta. Hablamos de eso en cada uno de nuestros informes", ha dicho al final de sus conversaciones en Moscú con Andréi Lijachov, jefe de la agencia nuclear rusa, Rosatom, según medios locales. Grossi, que visitó esta semana Ucrania, subrayó que "la situación no tiene precedentes, ya que la mayor planta de Europa se encuentra en el mismo epicentro de las acciones militares".