"Hola, mamá. Todo bien. Estaré desconectado, probablemente durante un buen tiempo, quizás una semana o un mes. No te preocupes. Este fue el último mensaje que Nazar Ocheretnyi envió a su madre, el 30 de marzo de 2022. Casi tres años después, sigue sin tener noticias de él. El médico de combate ucraniano desapareció a los 33 años en Mariúpol, la ciudad del este de Ucrania que entonces estaba asediada, en uno de los capítulos más sangrantes de la guerra rusa contra Ucrania. El 12 de abril de 2022, la madre de Ocheretnyi, Valentina Ocheretnya, fue informada oficialmente de que su hijo estaba desaparecido en combate, "posiblemente capturado". A pesar de la incansable búsqueda de su madre, de 61 años, hasta marzo de 2025 no se había confirmado su muerte ni se sabía que estuviera vivo, destaca la CNN. Ocheretnyi es uno de los casi 60.000 militares y civiles declarados desaparecidos en circunstancias especiales en el Registro Unificado del gobierno. No obstante, la cifra real podría ser mucho mayor.

"Si la persona está en el registro, hay dos opciones: o está en cautividad rusa o está muerta", explicaba Artur Dobroserdov, Comisionado para las Personas Desaparecidas en Circunstancias Especiales. Pero cuanto más dura la guerra, más difícil es para el gobierno ucraniano encontrar a los capturados o asesinatos. Ahora bien, la guerra en este 2025 no es la misma que empezó en 2022. La forma de librar la guerra también ha cambiado. Ambos ejércitos utilizan ahora drones de forma extensiva, por lo cual el retorno de cadáveres desde el frente es cada vez más difícil. Por eso, Rusia y Ucrania intercambian cadáveres con regularidad. Ucrania ha conseguido llevar a casa más de 7.000 cadáveres desde que Rusia inició su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.

La utilización de la inteligencia artificial para identificar cadáveres

Durante la última repatriación de este tipo, el 14 de febrero, Ucrania llevó a casa los cuerpos de 757 soldados caídos. Pero para sus familiares, este todavía no era el momento de enterrar sus seres queridos según las tradiciones ucranianas. "Les diré la cruda realidad. Hay que tener suerte para encontrar un ser amado y enterrarlo", dice un comentario en redes sociales en una discusión sobre soldados desaparecidos en combate y recoge la CNN. Identificar a las personas desaparecidas entre los restos repatriados es un proceso largo y complejo. A menudo, lo que se devuelve son solo restos de cuerpos, explicó Dobroserdov: mutilados, podridos o quemados. Lo más difícil para un perito es cuando llega un paquete con una gran cantidad de fragmentos de cadáveres. Al abrirlo, no se sabe si pertenece a una persona o a diez o a veinte", declaró Ruslan Abbasov, subdirector del Centro Estatal de Investigación Científica Forense y constata la propia cadena estadounidense

Los expertos afirman que, a veces, aunque no sucede muy a menudo, se llevan cadáveres con indicios de su identidad. Sin embargo, hay que contrastar dicha información. Ha habido casos en los que se asignó un nombre en un cadáver, pero después de las pruebas de ADN, resultó ser una persona completamente distinta. Incluso si los familiares reconocen a un soldado, la prueba de ADN sigue siendo obligatoria para la identificación final.

Para acelerar la búsqueda, las autoridades ucranianas están recurriendo a tecnologías avanzadas. El 20 de febrero, la policía publicó en las redes sociales imágenes generadas por ordenador de cinco hombres no identificados que murieron en combate. Fue la primera vez que los ucranianos utilizaron técnicas de reconstrucción 3D para este propósito. Eso permite restaurar características distintivas, como el color del pelo y la piel, la forma de la cara y la edad aproximada, explicaban a la CNN. Los ucranianos también utilizan software de reconocimiento facial proporcionado por socios occidentales y realizan búsquedas en bases de datos, redes sociales y en línea. Una herramienta utilizada es la aplicación Clearview AI, que permite a los usuarios reconocer caras a partir de fotos publicadas en redes sociales y ha permitido a los investigadores identificar a soldados desaparecidos que se encuentran en cautividad, se destaca en este mismo artículo.

En este sentido, Ocheretnya obtuvo información de al menos tres personas distintas de que su hijo —el médico de combate— había sido visto en cautividad en Rusia. Todo coincide con lo que dicen los testigos. Lo reconocieron por su foto, su indicativo, y me dijeron dónde y qué tipo de tatuaje tenía. Un hombre dijo que Nazar le estuvo vendando el brazo durante dos semanas después de que los rusos le quemaran un tatuaje de un emblema ucraniano en el cuerpo. Ocheretnya también proporcionó su ADN, pero la base de datos no ha encontrado ninguna coincidencia. "Significa que está vivo; lo sé. Quizás está en una cárcelo donde todavía no han liberado a los presos, así que su nombre no aparece por ningún sitio", decía y recogía la CNN.