Día de la Independencia en Ucrania. El país celebra que hace 31 años que se independizó de la antigua Unión Soviética. Este miércoles, sin embargo, también hace seis meses que Rusia empezó la guerra en Ucrania. Después de un discurso televisado, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó a decenas de miles de soldados rusos el ingreso a Ucrania en lo que ha llamado hasta ahora "operación militar especial", una invasión nunca vista en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el panorama es desolador. Miles de personas han muerto, millones de personas han huido de su casa y han visto cómo sus viviendas quedaban completamente destrozadas por bombardeos.
Rusia negó la invasión de Ucrania durante semanas
Rusia negó de manera continuada durante semanas la invasión de Ucrania. Putin se llamó con líderes mundiales y analistas y expertos veían imposible que, finalmente, empezara una invasión. Una guerra. A pesar de todo, el día 24 de febrero todo cambió. Entonces, dijo que buscaba "desarmar" Kyiv de los "nacionalistas" y detener la expansión de la OTAN. El plan originario de Putin era asaltar la capital tan rápido como fuera posible. Los soldados ucranianos, sin embargo, acabaron con paracaidistas rusos y destruyeron una pista de aterrizaje cercana a la capital. Las columnas blindadas llegaron cerca de Kyiv, pero más tarde retrocedieron, recuerda Reuters.
La previsión, mientras la gente se refugiaba en el metro de las grandes ciudades, era que el presidente del país, Volodímir Zelenski, abandonara el país. Sin embargo, él mismo dijo que no se marcharía. "Buenos días", dijo en un vídeo grabado con el móvil el tercer día de guerra. Unos vídeos que han sido protagonistas incansables de la guerra. De hecho, su look y estética militar, desde el inicio de la guerra, han sido símbolo de resistencia.
Refugiados y las puertas del infierno
Mientras Rusia bombardeaba Járkov y cometía matanzas como la de Bucha o Borodyanka, millones de personas han huido de su casa. De hecho, Naciones Unidas ha calificado esta crisis de refugiados como la que ha tenido un crecimiento más rápido en generaciones. Se han registrado más de 6,6 millones de refugiados en toda Europa. La mayoría en países vecinos. Hay que recordar que Kyiv prohibió a los hombres de entre 18 y 60 años salir del país para quedarse y luchar en caso de que fueran reclamados. Por otra parte, Mariúpol se ha convertido en un auténtico infierno. El día 9 de marzo, Rusia bombardeó el hospital materno-infantil. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, lo ha calificado ya de crimen de guerra, según recuerda Reuters. Unos días más tarde, el teatro de la ciudad, que era refugio para centenares de personas, también fue bombardeado, aunque en la calle habían escrito "Дети" (niños). La electricidad no se ha establecido todavía en la ciudad y funciona solo en algunas zonas determinadas. Tampoco hay agua potable y los vecinos que se han quedado atrapados tienen que hacer lo imposible para sobrevivir. Los kits de ayuda humanitaria no son suficientes y cada día hay más colas en las calles para intentar obtener algo. Lo último que se sabe es que los ciudadanos comían papillas.
Mariúpol cayó cuando cayó Azovstal. Durante semanas, soldados estuvieron atrapados en la fábrica de Azovstal. Finalmente, se rindieron y fueron capturados por los rusos. A partir de ese momento, las comunicaciones con los prisioneros han sido complicadas. Zelenski cree, de hecho, que este miércoles podrían precipitarse algunos acontecimientos en relación con los prisioneros de la fábrica. Por el aniversario, piensa que Rusia podría empezar un juicio por los prisioneros. Eso, sin embargo, rompería, según autoridades ucranianas, cualquier posibilidad de tener conversaciones de paz y sentarse a negociar. Moscú se comprometió a tratar a los prisioneros según las convenciones de Ginebra, pero hasta ahora, no los ha querido intercambiar. Reuters recuerda que el 29 de julio decenas de defensores de la fábrica fueron asesinados bajo custodia de los prorrusos en una explosión de fuego que se produjo en la prisión donde estaban. Kyiv lo calificó de crimen de guerra.
"Barco de guerra ruso, vete a la mierda"
Las primeras horas de la invasión rusa en Ucrania fueron complicadas. El barco de guerra ruso Moskva llamó por radio a los guardias ucranianos del punto estratégico de la Isla de las Serpientes, en el Mar Negro. Les ordenaron rendirse o morir. Uno de los soldados respondió "Barco de guerra ruso, vete a la mierda". Esta frase también se viralizó y popularizó mucho, hasta el punto que se han hecho sellos y paquetes de café, entre otras cosas. La frase se convirtió en un eslogan nacional. Finalmente, el Moskva terminó hundido el mes de abril.
¿La guerra cambia de estrategia?
Después de unos meses de intentarlo sin cesar, Rusia vio que la entrada a Kyiv no era tan fácil como se habían imaginado. En este contexto, Putin ordenó a las tropas y se retiraron de donde estaban para concentrarse en otro punto caliente: el Donbás. El Donbás ya sabe desde el 2014 qué es vivir en guerra. Pero en aquel momento, lo que quería Moscú era centrar los esfuerzos en asegurar el Donbás. Ucrania quiere, sin embargo, recuperar el territorio del sur del país, e intenta asegurar Odesa.
La cosa podría complicarse con la explosión del vehículo de Alexander Dugin, afín a Putin, que ha acabado con la muerte de su hija, Darya Dugina. Ucrania ha dicho que no tiene nada que ver, pero las investigaciones conducidas por las autoridades rusas señalan a una espía de Kyiv. Este lunes, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso ha atribuido a Ucrania la autoría del atentado de este sábado. "El crimen fue preparado y ejecutado por los servicios especiales ucranianos", ha destacado a través de un comunicado el FSB. De esta manera, según se especifica, el atentado habría sido perpetrado por una ciudadana ucraniana identificada como Natalia Vovk, de 43 años. Los servicios secretos rusos han expuesto que Vovk llegó a Rusia el 23 de junio con su hija de 12 años y alquiló un apartamento en el mismo edificio donde residía Dugina. Los servicios federales rusos han relatado que la presunta terrorista ucraniana, después de cometer el crimen, huyó saliendo por Estonia a través de la región de Pskov. Ucrania se ha desmarcado del incidente y ha dicho no tener nada que ver con él. Las consecuencias de este, sin embargo, podrían cambiar el curso de la guerra, aunque todavía es todo bastante incierto. Por otra parte, Kyiv también queda a la espera de ver cómo podría actuar Rusia durante el Día de la Independencia. Zelenski ya ha avisado esta semana de algunas acciones que el Kremlin podría llevar a cabo en un día tan señalado.
¿Hasta cuándo podría durar la guerra en Ucrania?
De momento no se ha contemplado ningún alto el fuego para poder negociar la situación, ni iniciar conversaciones de paz. Los ucranianos, tal como señala France 24, creen que están en una lucha existencial para defender una nación que Putin descarta como una falacia histórica. Putin, sin embargo, alega la "desnazificación" del país y también la resistencia a una OTAN expansionista.
Nadie esperaba que el ejército ucraniano opusiera tanta resistencia. No obstante, el equipo militar y datos de inteligencia de Europa y de los Estados Unidos, han permitido que las fuerzas ucranianas planten cara. También ha hecho que retrasen y frenen a las tropas rusas en el Donbás, pero no las han parado. Rusia está consolidando posiciones y aumenta presencia militar en Crimea. Zelenski ha pedido, según recoge el mismo portal, más armas y más sofisticadas, aunque de momento no se la ha concedido la petición.
Con el fin del verano, vendrá el otoño y el invierno. Un hecho que también será una prueba de fuego para los ucranianos, ver como afecta el frío a la batalla y también qué hacen para hacer frente a la falta de combustible. Además, la directora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Marie Dumoulin, ha verbalizado que el 40% de las escuelas del país continuarán cerradas. Un hecho que no estaba previsto y que podría comportar consecuencias psicológicas, destaca France 24. Por otro lado, el mismo medio señala más problemas. Si el conflicto continúa hasta el 2023, la evolución de la guerra dependerá mucho también del apoyo de Occidente y si la población siente que el aumento de precios del combustible y alimentos están siendo demasiado altos. Hasta ahora, sin embargo, nada hace pensar que Zelenski pudiese aceptar no recuperar o negociar sin recuperar todo el territorio perdido, incluso Crimea.
Imagen principal: un soldado ruso en la fábrica de Azovstal de Mariúpol / Efe