Ucrania ha acabado de consolidar su control en la región de Járkov, izando banderas en pueblos ocupados por las tropas rusas durante seis meses y recuperando áreas ocupadas por Moscú el primer día de la invasión de Vladímir Putin. El servicio fronterizo estatal de Kyiv ha dicho que había liberado la ciudad de Vovchansk, a un par de kilómetros de la frontera internacional. Los soldados rusos se marcharon el domingo, supuestamente después de la contraofensiva ucraniana.
En pocos días, Ucrania ha expulsado a los rusos de más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio, incluyendo zonas en el sur del país, donde se está llevando a cabo una contraofensiva importante para recuperar la región de Jersón.
Según parece, las tropas rusas se habrían marchado de manera desordenada. Así lo ha explicado el gobernador de Lugansk, Serhiy Hadai, que ha expuesto que se había izado la bandera de Ucrania en la ciudad de Kreminna, que estaba "completamente vacía".
¿Rusia podría abandonar Crimea?
Los batallones rusos han retrocedido a nuevas posiciones al este del río Oskil, a unos 16 kilómetros de la ciudad recién liberada de Izium. La ciudad fue destruida casi completamente y más de 1.000 residentes murieron durante los cinco meses de ocupación y en los combates recientes, según dice Kyiv y recoge el The Guardian.
El mismo diario británico destaca que, este martes, ha corrido la información que oficiales de inteligencia rusos y los comandantes militares habían empezado a evacuar Crimea y a "enviar fuera urgentemente a sus familias", a raíz de las recientes derrotas en el campo de batalla. La dirección principal de inteligencia de Kyiv dijo que los empleados que trabajan para el FSB, la agencia de espionaje que solía dirigir Vladímir Putin, han estado trasladando silenciosamente a sus familiares de vuelta al territorio de la Federación Rusa. También han estado vendiendo los pisos, afirma la dirección.
El éxito de Ucrania para recuperar territorio
El historiador militar y escritor Chris Owen ha intentado explicar el éxito de la contraofensiva militar ucraniana a través de un hilo de Twitter. "Sin quitar valor al heroísmo de los defensores de Ucrania, está claro que ha habido un colapso moral masivo entre las fuerzas rusas en la región de Járkov. Se han rendido pueblos sin casi luchar y han abandonado equipamientos militares". Según describe, los rusos podrían tener la moral baja, un entrenamiento deficiente, comida mala y equipamiento militar. Además, también describe que los comandantes son vistos como personas deshonestas, indiferentes e incompetentes. "Estos factores han llevado a miles de soldados rusos a renunciar sus contratos y volver a Rusia (los que lo pueden hacer y que tienen este derecho. Hay que recordar que se trata de una operación militar especial, no una guerra)". Owen recuerda que "la mayoría de los integrantes de la primera ola –es decir, los que empezaron el 24 de febrero su participación en el conflicto– no sabían que iban a invadir Ucrania, y muchos ni siquiera sabían que habían atravesado la frontera antes de que la gente empezara a dispararlos". En más, añade que "la propaganda de Putin sobre 'desnazificar y desmilitarizar' a Ucrania podría haber atraído respuestas mixtas. Algunos lo creyeron, otros, especialmente después de las interacciones con los civiles ucranianos, se dieron cuenta de que era una mentira". Para el escritor, un punto clave también ha sido que "los objetivos de Rusia han sido cambiantes, confusos y poco claros. Sobre todo después de que se hiciera evidente que el gobierno de Kyiv no se caería". En este sentido, pone énfasis que "saber por qué estás luchando es fundamental para el éxito militar".
Además de las pinceladas en los primeros tuits de este hilo, Owen también destaca que la falta de motivación de los soldados rusos y también el equipamiento deficiente, falta de entrenamientos e incluso de comer, podrían haber jugado un papel clave. El ejército ruso "está integrado de manera desproporcionada por personas de regiones más pobres y grupos socioeconómicos más bajos, especialmente en minorías étnicas no rusas, que ven el servicio militar como un medio de progreso económico o social. La mayoría, sin embargo, no se unió al ejército para participar en guerras". Además, muchos soldados tuvieron que comprarse ellos mismos materiales, como por ejemplo, botas.