La guerra de Israel contra Hamás ha ocupado la mayoría de las páginas de internacional de los principales diarios. Ahora bien, eso no implica que el conflicto entre Rusia y Ucrania haya disminuido. Ucrania va dando pasos sobre el terreno, aunque no únicamente. El parlamento ucraniano ha dado esta semana su aprobación inicial a una ley que prohibiría la Iglesia Ortodoxa de Ucrania después de que Kyiv la acusara de colaborar con Rusia después de la invasión del año pasado.

En este sentido, la Iglesia Ortodoxa de Ucrania ha destacado que ya no está alineada con la Iglesia Ortodoxa Rusa, niega las acusaciones formuladas contra ella por Kyiv y dijo que el proyecto de ley sería inconstitucional. Yaroslav Zhelezniak, miembro del parlamento, ha destacado en la aplicación de mensajería Telegram que los diputados votaron a favor del proyecto de ley en la primera lectura. Tiene que ser apoyado en segunda lectura y aprobado por el presidente para que entre en vigor.

¿Qué prohibiría la ley?

La ley prohibiría las actividades de organizaciones religiosas afiliadas a centros de influencia "en un Estado que cometa una agresión armada contra Ucrania", y estas actividades podrían ser acabadas por un tribunal de justicia, recogía Reuters. Otra legisladora, Irina Herashchenko, ha puesto de manifiesto que la votación era histórica y lo ha descrito como un primer paso hacia la expulsión de los "sacerdotes de Moscú de la tierra ucraniana".

Paralelamente, la Iglesia Ortodoxa de Ucrania ha puesto de manifiesto que el proyecto de ley, uno de varios proyectos de ley similares registrados en el parlamento, no cumplía con la convención europea sobre derechos humanos ni con la constitución de Ucrania. En este sentido, la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, que se describe a sí misma como una "iglesia independiente y separada", acusó a Kyiv de intentar hacerla pasar como afiliada a la Iglesia Ortodoxa Rusa y de presentar sus clérigos y creyentes ucranianos como "agentes de la Federación Rusa".

¿Vínculos con Moscú?

Las autoridades ucranianas y muchas personas en Ucrania habían considerado durante años esta iglesia como leal a Moscú y tomaron medidas enérgicas contra la iglesia después de la invasión a gran escala de Rusia en febrero del 2022. Una comisión gubernamental dictaminó que esta, concretamente, todavía está vinculada canónicamente a Rusia aunque la iglesia declaró que cortó los vínculos con la Iglesia Ortodoxa Rusa en mayo del 2022. El segundo sacerdote más importando de la iglesia, al metropolitano Pavlo, ha sido notificado que es sospechoso de incitar el odio interreligioso y distribuir materiales que justifican la agresión rusa. A pesar de todo, él ha negado las acusaciones.

El Servicio de Seguridad de Ucrania ha dicho este jueves que se habían iniciado 68 casos penales, incluidas las acusaciones de traición, contra representantes de la iglesia desde la invasión rusa el año pasado.

El analista político Volodímir Fesenko ha constatado que era poco probable que una prohibición de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania detuviera sus actividades y podría ser impugnada en Ucrania y ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Fesenko ha sugerido que la iglesia se podría registrar como una nueva entidad sin "ninguna referencia a vínculos canónicos" con Rusia.

Los complicados avances en el frente

En este sentido, Ucrania ha afirmado haber conseguido un pequeño avance de 400 metros en el sureste de Verbove, en la región de Zaporíjia. El portavoz militar Oleksandr Stupun ha dicho que este avance hacia el sur se hacía muy complicado porque hay campos minados y también defensas fuertemente fortificadas.

Precisamente en esta línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho que la UE tiene que seguir dando apoyo financiero en Ucrania. "Tenemos una postura clara aquí: esta ayuda para Ucrania, para la estabilidad financiera del país, la tendremos que proporcionar conjuntamente como europeos", ha dicho Scholz a los legisladores. "No todo eso se puede resolver con fondos adicionales".