La guerra de Ucrania ya acumula diez meses. El pasado 24 de febrero empezaba un conflicto que 304 días después todavía se mantiene vivo. El presidente ruso, Vladímir Putin, envió un mensaje en Rusia y en el mundo entero que empezaba una "operación militar especial" para limpiar a Ucrania de "nazis". Un primer mensaje que ya exponía que la información o la desinformación jugarían un papel clave en este conflicto. Cuando empezó el conflicto, la mayoría de expertos pronosticaba una serie de operaciones clave que dieran pie a un conflicto breve. Pero no ha sido así. La guerra se ha convertido en un conflicto largo sin perspectivas de acabar ni de conversaciones de paz a la vista.
Una guerra de trincheras en el este de Ucrania
Frío, temperaturas de escándalo, barro, agua, lluvia. La ciudad ucraniana de Bakhmut, en el este del país, se ha convertido en una ciudad fantasma. Los bombardeos, que han convertido la mayoría de edificios en escombros, han hecho que la mayoría de la población se viera obligada a huir. Los combates que tienen lugar actualmente en esta ciudad fantasma recuerdan en las trincheras dantescas de la Primera Guerra Mundial. Ucrania no quiere dejar caer esta ciudad, pero a las tropas rusas contra las cuales luchaban, se han añadido también las que se retiraron de Jersón. Una Jersón que Rusia quiere recuperar sea como sea.
A pesar del afán de Rusia para recuperar territorio, el presidente ruso ha tenido que confesarse y reconocer que la situación en los territorios anexionados ilegalmente "es complicada". Ha sido en un mensaje de vídeo a los servicios de seguridad de Rusia, que se ha dado a conocer esta misma semana. Putin ha dicho que la situación en las cuatro regiones ucranianas ocupadas por el Kremlin era "extremadamente complicada" y ha insistido en las agencias de seguridad intensificar sus esfuerzos por identificar a los "traidores, espías y desviadores". El vídeo fue difundido en un día festivo dedicado a los poderosos servicios de seguridad de Rusia. El discurso de Putin ha destacado una vez más el creciente reconocimiento de Moscú que la guerra en Ucrania no se planificará. Una vez más, sensación de desconcierto sobre la guerra y su posible evolución.
Ucrania espera los misiles Patriot de los EE.UU. para protegerse de Rusia
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha visitado esta misma semana los Estados Unidos. Ha sido el primer viaje fuera de las fronteras de Ucrania desde que empezó la guerra. Y evidentemente, ha querido sacar rédito. Aparte, de las implicaciones políticas de la visita y posterior encuentro con su homólogo norteamericano, Joe Biden, también ha sacado ayudas y promesas. Entre ellas, las del envío de misiles Patriot para intentar proteger Ucrania de los bombardeos de Rusia, e intentar proteger los ciudadanos y también la infraestructura eléctrica del país, muy castigada por los bombardeos. El Kremlin, sin embargo, no ha tardado a contestar. Dice que los suministros de los EE.UU. de misiles Patriot en Ucrania no impedirán que el país consiga sus objetivos.
En este sentido, Putin ha descartado este sistema de defensa por viejo y ha dicho que los misiles rusos podrían hacerlo caer. "La defensa aérea Patriot está desactualizada., Siempre se encontrará un antídoto. Rusia hará caer el sistema Patriot". Además, Putin también he puesto de manifiesto que "todos los conflictos armados acaban mediante negociaciones", lo que implica que Ucrania, finalmente, se verá obligada a ceder territorio a cambio de la paz. "Cuanto antes quede claro eso para Kyiv, mejor," ha insistido el líder ruso. Ucrania no ha dicho nada al respecto, pero hace unos meses ya advirtió que no hablaría con Rusia mientras hubiera Putin al frente: "Sería rendirse".
Rusia, en este contexto, no da tregua y sigue atacando la red eléctrica del país. Uno de los propósitos de Putin que pasa ahora por dejar sin electricidad en la población ucraniana. El 80% de los consumidores de la región de Kyiv sigue sin suministro eléctrico después de los ataques rusos del lunes contra la infraestructura energética ucraniana, han informado este martes fuentes regionales. "A causa de los daños a gran escala de la infraestructura energética, Ukrenergo (el operador de la red eléctrica) aplica cortes de emergencia. El 80% de la región no tiene electricidad", ha asegurado el jefe de la administración militar regional, Oleksiy Kuleba, a su canal de Telegram. La compañía estatal Ukrenergo ha informado de que el déficit en el abastecimiento eléctrico de la región de Kyiv supera en estos momentos el 50%. Hace unas semanas, el alcalde de Kyiv, Vitali Klitchkó, decía que "nunca esperamos que intentaran destruir la infraestructura civil de nuestras ciudades. Es genocida. Es terrorismo". Así expuso que "quieren congelar la población civil. Quieren matarnos. Quieren tener una Ucrania sin ucranianos".
El posible papel de Bielorrusia a la guerra de Ucrania
Paralelamente a la situación en Ucrania, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, también esta misma semana, en una reunión con el alto mando del ejército bielorruso, que los ejercicios militares que tienen lugar en el país obedecen al "aumento de las amenazas". "Quieres la paz, prepárate para la guerra. Eso no lo inventé yo ni ustedes", ha dicho el mandatario a sus jefes militares, citado por la agencia oficial bielorrusa Belta.
Lukashenko ha dicho que utilizó esta expresión para responder a las especulaciones sobre los desplazamientos de las tropas bielorrusas y las de la agrupación militar conjunta bielorruso-rusa, creada para reaccionar conjuntamente a las amenazas a la Unión Estatal Rusia-Bielorrusa.
Según Minsk, el componente ruso de esta agrupación regional está formado por hasta 9.000 militares, unos 170 tanques, hasta 200 vehículos blindados de combate y hasta 100 cañones y morteros con un calibre de más de 100 milímetros. "Hemos llevado y llevamos a cabo ejercicios. Ahora se efectúan en vista de la situación creada y del aumento de las amenazas", ha dicho Lukashenko, que recalcó que las tropas bielorrusas y de la agrupación conjunta son trasladadas al territorio del país "donde se considere necesario".
En este contexto, un poco antes de estas maniobras, Vladímir Putin ha visitado Minsk, esta misma semana. No lo hacía desde el 2019 y esta visita ya ha levantado polvareda y temores que el líder ruso intente arrastrar el presidente bielorruso a una guerra en Ucrania desde el norte. En este sentido, el representante del Kremlin habría empezado una conversación con su homólogo sobre cooperación militar estrecha. La visita ha sorprendido a todo el mundo, pero en Kyiv ya se da por hecho que Moscú está presionando el país para que empiece una ofensiva terrestre contra Ucrania. Los últimos movimientos del país hacen crecer la expectación.