Las tropas ucranianas han lanzado este domingo una nueva ofensiva desde varias direcciones en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania y donde ocupa desde el agosto pasado parte del territorio, según han informado las autoridades de Kiev. El ministerio de Defensa ruso también ha confirmado los ataques, asegurando que habían conseguido repeler la iniciativa.
El jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación de Ucrania, Andrí Kovalenko, ha señalado en su canal de Telegram que "en la región de Kursk los rusos están muy preocupados porque han sido atacados desde varias direcciones y eso los ha sorprendido". "Las fuerzas de defensa están trabajando", ha explicado. Por su parte, Andrí Iermak, el jefe de gabinete del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha compartido un comentario positivo sobre la ofensiva en la misma plataforma: "Kursk, buenas noticias, Rusia está recibiendo lo que se merece", ha asegurado.
Desde el bando ruso, las tropas han emitido un comunicado este domingo por la mañana asegurando que Kiev, con el fin de detener la ofensiva de las tropas rusas en dirección a Kursk, "ha lanzado un contraataque por parte de un destacamento de asalto formado por dos personas, tanques, un vehículo contra-obstáculos y 12 vehículos de combate blindados", que habrían sido destruidos por el Kremlin.
El anuncio de reanudar no llega en el mejor momento para Ucrania en el conflicto, que ve cómo sus fuerzas sufren escasez de mano de obra y han ido perdiendo terreno en el este de Ucrania en los últimos meses, a medida que las tropas rusas avanzan.
Es más, coincide con un nuevo ataque de la fuerza aérea rusa sobre territorio ucraniano, donde las defensas han abatido 61 drones sobre las regiones de Kiev, Poltava, Sumy, Khàrkiv, Černihiv, Čerkasy, Dnipropetrovsk, Žytomyr y Khmelnitski, que a pesar de no haber sufrido impactos directos, han tenido que lamentar daños en algunas casas.
El objetivo es recuperar terreno en Kursk
Los militares ucranianos consiguieron entrar en esta región por primera vez en agosto del año pasado, en una operación sin precedentes desde la II Guerra Mundial que cogió al Ejército ruso completamente desprevenido.
Pasados cinco meses de combates en esta provincia, que limita con la región nordoriental ucraniana de Sumi, la contraofensiva rusa, con ayuda de miles de soldados norcoreanos, consiguió recuperar más de la mitad del territorio ocupado por las tropas ucranianas.
Según la evaluación del servicio de inteligencia británico, las fuerzas ucranianas controlan aproximadamente 480 km² de territorio ruso después del apogeo del verano, cuándo llegaron a tener bajo su control entre 800 y 900 km².