El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunirá el jueves con el secretario general de la ONU, António Guterres, para tratar el conflicto en Ucrania, según ha asegurado el Kremlin, en lo que sería el primer viaje del jefe de la ONU a Rusia a más de dos años. La ONU no habría confirmado inmediatamente la reunión prevista, que Ucrania criticó duramente, diciendo: "El secretario general de la ONU rechazó la invitación de Ucrania a la primera cumbre mundial por la paz en Suiza. Sin embargo, aceptó la invitación a Kazán del criminal de guerra Putin".

Por lo visto, la reunión estaba prevista para celebrarse en el marco de la cumbre de los BRICS en la ciudad de Kazán, en el centro de Rusia. Guterres ha criticado anteriormente la guerra de Moscú contra Ucrania, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania ha dicho que reunirse con Putin ahora "no hace avanzar la causa de la paz" y "perjudica la reputación de la ONU". Cuando se le preguntó en una reunión informativa en Nueva York si Guterres tenía la intención de viajar a Kazán a finales de esta semana, un portavoz habría dicho: "Los anuncios sobre los futuros viajes se harán más adelante".

La guerra no se detiene en Ucrania

Un ataque con misiles rusos contra la ciudad del sur de Zadoriyia ha matado a dos personas y ha herido 15 en el centro de la ciudad, además de causar enormes daños a la infraestructura civil, incluida un jardín de infancia y más de 30 edificios residenciales, ha dicho lunes el gobernador regional, Ivan Fedorov.

El lunes, los Estados Unidos han dicho que sería un "acontecimiento peligroso y sumamente preocupando" si Corea del Norte enviara tropas para ayudar a Rusia a Ucrania, mientras Corea del Sur y Gran Bretaña advertían del alto precio que Moscú probablemente tendría que pagar en Pyongyang. El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS) informa de que 1.500 miembros de las fuerzas especiales de Pyongyang habían atravesado la frontera con Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, para empezar el entrenamiento y participar en cierta manera a la guerra en Ucrania. "Representan el primer elemento de lo que podría ser un despliegue de cuatro brigadas de 12.000 efectivos", describe un artículo del The Guardian.

La inteligencia surcoreana ha tocado un poco más significativo, al menos para Rusia. Según el mismo artículo, el NIS cree que ha monitoreado 70 envíos de municiones –proyectiles, misiles y cohetes antitanque– que iban de Corea del Norte a Rusia desde agosto del año pasado. Así, transportaban, según sus cálculos, 8 millones de municiones, incluidos proyectiles rusos de 152 mm y 122 mm, tan cruciales para los destructivos ataques de primera línea de Moscú".