La guerra de Ucrania ya acumula nueve meses. El presidente ruso, Vladímir Putin, envió un mensaje a Rusia y al mundo entero que empezaba una "operación militar especial" para limpiar a Ucrania de "nazis". Un primer mensaje que ya exponía que la información o la desinformación jugarían un papel clave en este conflicto. Cuando empezó el conflicto, la mayoría de expertos pronosticaba una serie de operaciones clave que dieran pie a un conflicto breve. Pero no ha sido así. La guerra se ha convertido en un conflicto largo sin perspectivas de acabar ni de conversaciones de paz a la vista.

En verano, Ucrania empezó una serie de ofensivas que le han permitido recuperar algunas regiones, como por ejemplo, Jersón. Una región que ha estado ilegalmente anexionada por Rusia, al lado de Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. Eso podría abrir otra puerta importante que habrá que seguir atentamente. Putin declaró estos territorios rusos 'para siempre'. En este sentido, se espera una reacción del Kremlin. A pesar de los pasos firmes que han dado las tropas ucranianas, una quinta parte del territorio todavía está bajo control ruso. Los datos, sin embargo, parecen favorables a Ucrania porque en los últimos meses han recuperado el 55% del territorio que Rusia había ocupado, destaca el portal Grid News. Dicho de otra manera, según señala el Le Monde, el mes de marzo, Moscú controlaba el 25% del territorio ucraniano, ahora solo el 15%.

Muertos, soldados y refugiados

Informar sobre el número de muertos, sean civiles o soldados, es muy complicado. Hay varias estimaciones, pero se hace difícil afirmar la certeza de lo que se va filtrando. Lo último que se ha sabido, y desde los Estados Unidos, es que probablemente Rusia acumula más de 100.000 soldados muertos en territorio Ucraniano. La estimación del gobierno ucraniano se mueve en un margen muy amplio, entre 8.300 y 32.961. El mes de junio pasado, Ucrania confesó que perdían a cerca de 200 soldados al día. El organismo de las Naciones Unidas que rastrea las bajas de civiles ha dado recientemente un nuevo dato y es que se calcula que hay unos 6.500 civiles muertos. Pero, claro está, solo cuenta como muertos a las personas correctamente identificadas. Las autoridades ucranianas calculan que podrían ser 40.000 civiles.

Bloque de pisos completamente destrozado a Jersón / Efe

Por otra parte, más de 7,8 millones de personas han huido de Ucrania como refugiados, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Millones de personas también han huido de su casa, pero se han quedado en el país. Entonces, la cifra podría subir hasta los 14 millones. Se trata, según han señalado varias fuentes, del movimiento mayor de personas a Europea desde la Segunda Guerra Mundial. Se cree, también, que algunos de estos refugiados podrían haber vuelto al país. Un dato que podría volver a cambiar porque la Organización Mundial de Salud (OMS) ha concluido que 3 millones de personas podrían abandonar el país este invierno.

Una máscara de gas de un soldado ruso, en Jersón, después de que Ucrania liberara la ciudad / Efe

Ucrania: un país a oscuras

El gobierno ya ha empezado a evacuar zonas donde no se puede garantizar el suministro de energía y calefacción. Hay que recordar que después de perder diferentes posiciones, Rusia ha concentrado sus esfuerzos al cargarse la red eléctrica del país. Eso ya ha provocado apagones y, de hecho, se calcula que estos apagones y cortes de luz podrían durar hasta marzo del 2023. La red eléctrica está destrozada a consecuencia de los bombardeos de las tropas rusas y las imágenes de Kyiv y otras ciudades ucranianas a oscuras ya han circulado por todo el mundo. Precisamente por este motivo, las autoridades del país ya hablan de invierno difícil.

Un grupo de mujeres cocina la comida en la calle, en Járkov, Ucrania / Efe

Y es que 10 millones de ucranianos viven ahora sin electricidad. Unos datos que podrían aumentar si Rusia sigue bombardeando estas infraestructuras. Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa, dijo hace unos días que la mitad de la infraestructura eléctrica del país habría sido dañada o destruida por los recientes ataques con misiles rusos.

El este de Ucrania, atrapado en una guerra de trincheras

Barro, agua, lluvia. La ciudad ucraniana de Bakhmut, en el este del país, se ha convertido en una ciudad fantasma. Los bombardeos, que han convertido la mayoría de edificios en escombros, han hecho que la mayoría de la población se viera obligada a huir.

Los combates que tienen lugar actualmente en esta ciudad fantasma recuerdan en las trincheras dantescas de la Primera Guerra Mundial. Ucrania no quiere dejar caer esta ciudad, pero a las tropas rusas contra las cuales luchaban, se han añadido también las tropas rusas que se retiraron de Jersón. Este fin de semana pasado salieron varias imágenes donde se veían trincheras inundadas de barro y árboles cortados por la artillería rusa.

Un grupo de locales en Jersón, después de recibir ayuda humanitaria / Efe

Pero en el este del país, la guerra de trincheras hace meses que dura. El conflicto, de hecho, no ha empezado hace 9 meses, sino que hay que tirar atrás hasta el 2014. Desde hace 8 años, el conflicto en el este del país entre Ucrania y las autoridades prorrusas no ha parado. Y aparte de las secuelas físicas más que evidentes, también se habla de las psíquicas. Muchos soldados en Ucrania quedarán tocados mentalmente por esta guerra de trincheras, destaca el portal NPR, en un informe publicado el mes de junio. Los soldados mueren en estas trincheras, llueve artillería y la violencia se hace cada vez más difícil de entender.

Un coche estropeado al lado de una casa completamente destrozada por los bombardeos en Járkov / Efe

Saber qué pasará a partir de ahora es una incógnita. Ni los más expertos en Putinismo ni en el Kremlin se atreven a hacer pronósticos. Lo que está claro es que lo que empezó como una "operación militar especial" para limpiar de "nazismo" A Ucrania, evolucionó en una limpieza de "satanismo" y ha quedado ahora en la violencia de las tropas rusas contra estaciones energéticas con el fin de cortar el acceso a la electricidad y también para dejarlos sin calefacción. Ante este contexto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha anunciado que se están estableciendo unos 4.000 centros a todo el país donde puedan garantizarse y cubrirse necesidades básicas como calefacción, luz, agua y lugares donde poder lavarse. Además de destruir la red eléctrica de las diferentes ciudades del país, las bombas rusas están dando lugar a ciudades fantasma, ciudades arrasadas donde vivir es complicado, como Mariúpol, dónde malvivir acaba siendo la única opción para muchos.

 

 

Imagen principal: coche totalmente calcinado en una calle de la ciudad ucraniana de Mykolaiv / Efe