Las conversaciones sobre el alto el fuego en Ucrania avanzan a paso de tortuga. En un contexto en que la información internacional ha virado hacia los aranceles de la administración Trump, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha aprovechado para hacerse con más territorio en el área de Járkov, la segunda ciudad del país. Así, Ucrania podría dividirse como lo hizo Berlín después de la Segunda Guerra Mundial. Esta ha sido la afirmación que ha sugerido el enviado de Donald Trump a Kyiv, mientras Rusia se resiste a aceptar una tregua. El general Keith Kellogg habría afirmado que el país se podría dividir en zonas de control, con tropas británicas y francesas como parte de una "fuerza de seguridad" en el oeste y las fuerzas de Moscú al este.

Entre ellas se situarían fuerzas ucranianas y una zona desmilitarizada, pero los Estados Unidos no aportarían fuerzas terrestres, ha puntualizado. "Casi se podría parecer a lo que pasó con Berlín después de la Segunda Guerra Mundial, cuando había una zona rusa, una francesa y una británica", ha declarado al diario Times. Kyiv todavía no ha hecho declaraciones al respecto.

Putin vs. Trump: ¿quién ganará?

Por otro lado, Donald Trump ha lanzado una inusual advertencia a Vladímir Putin antes de las conversaciones entre el enviado especial del presidente norteamericano, Steve Witkoff, y el presidente ruso, diciendo en la plataforma Truth Social: "¡Rusia se tiene que poner en movimiento!". Putin fue mostrado en la televisión estatal saludando Witkoff en la biblioteca presidencial de San Petersburgo al principio de las negociaciones y las agencias de noticias estatales dijeron más tarde que las conversaciones duraron más de cuatro horas.

"El tema de la reunión: aspectos de un acuerdo ucraniano", dijo el Kremlin después de la reunión. El enviado de inversiones de Putin, Kirill Dmitriev, que fue visto en imágenes de noticias acompañando Witkoff saliente de un hotel a la ciudad, calificó las conversaciones de productivas, según la agencia de noticias estatal rusa Tass.

El apoyo militar a Ucrania, continúa

Los aliados de Ucrania prometieron un récord de 21.000 millones de euros en apoyo militar adicional para Kyiv y acusaron a Vladímir Putin de retrasar las negociaciones lideradas por los Estados Unidos sobre un acuerdo de alto el fuego. Hablando en una reunión del grupo de contacto de defensa de Ucrania en Bruselas, el secretario de defensa británico, John Healey, ha destacado que "Putin dijo que quería la paz, pero rechazó un alto el fuego total. Sus fuerzas siguen disparando contra Ucrania, objetivos militares y civiles de la misma manera". El Reino Unido y Alemania convocaron conjuntamente la reunión del viernes en Ramstein, la cual asistieron más de 40 países, pero no los Estados Unidos, con el secretario de defensa de Trump, Pete Hegseth, uniéndose a través de una videoconferencia.

Todo ello, la semana que se ha sabido que, como mínimo, 155 soldados chinos estarían combatiendo a la guerra de Ucrania. Ahora bien, según funcionarios norteamericanos, se trata de mercenarios que no parecen tener un vínculo directo con el gobierno de China. Sin embargo, oficiales militares chinos habían estado a la guerra después de las líneas rusas con la aprobación de Pekín para extraer lecciones tácticas del conflicto, ha dicho el exfuncionario al informe de Reuters. Los Estados Unidos confirmaron el miércoles que las fuerzas ucranianas habían capturado a dos hombres de origen chino en el este de Ucrania después de que Volodímir Zelenski dijera que su país tenía información sobre 155 ciudadanos chinos que luchaban en nombre de Rusia.