Las sospechas de los servicios secretos rusos sobre la autoría del atentado con bomba contra uno de sus generales se confirman. Ucrania ha reivindicado el asesinato del teniente general ruso Ígor Kirílov, que era responsable de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia, según ha informado una fuente anónima del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) en la agencia pública de noticias Ukrinform. Kiev ha reivindicado de manera directa o indirecta varios atentados en Rusia o en los territorios ucranianos ocupados por Rusia contra militares y otras personalidades rusas implicadas en la agresión militar contra Ucrania.
El pasado lunes, el mismo SBU había declarado a Kirílov sospechoso de crímenes de guerra por haber ordenado el uso de armas químicas contra el Ejército ucraniano en el frente. En el comunicado, donde el SBU apuntaba a Kirílov como sospechoso, la agencia de inteligencia sostenía haber documentado más de 4.800 casos en que las fuerzas rusas utilizaron por orden de este militar armas químicas prohibidas en los frentes este y sur de Ucrania.
Las autoridades ucranianas sospechaban que los bastantes rusas habrían utilizado "granadas de combate K-1, que están equipadas con irritantes tóxicos". En el comunicado del SBU se acuerda de que el uso de estas armas está prohibida para la ley internacional y sostenían que más de 2.000 militares ucranianos han sufrido los efectos del armamento químico utilizado por Rusia. Las fuerzas del Kremlin, añade el texto del SBU, lanzan las sustancias tóxicas con drones contra las defensas ucranianas para obligar a las tropas de Kiev a abandonar sus posiciones. "Cuando las granadas con carga química se activan, sus componentes tóxicos afectan a las membranas mucosas de la persona, sobre todo a los ojos y a las vías respiratorias", explica el servicio secreto ucraniano.
Uso de armas químicas, una sospecha compartida
Por una parte, el gobierno del Reino Unido sancionó a en octubre en Kirílov y su unidad "por ayudar a desplegar estas armas bárbaras", hecho que el Kremlin ha negado en rotundo, según informa The Guardian. Los Estados Unidos también han acusado a las tropas rusas utilizar armas químicas a la guerra de Ucrania. Concretamente, los dos estados sostienen que el Kremlin ha utilizado al agente tóxico cloropicrina contra las tropas ucranianas en violación de la convención de armas químicas. Este agente químico es un líquido aceitoso con un olor picante conocido como agente de asfixia que se utilizó ampliamente durante la Primera Guerra Mundial como forma de gas lacrimógeno, según informa el diario británico.