Bélgica, que este semestre ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea y, por lo tanto, fija la agenda de las reuniones, tiene la intención de iniciar las conversaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia a junio. "Continuamos comprometidos a organizar la primera conferencia intergubernamental durante esta presidencia, antes de que se acabe en junio, con Moldavia y con Ucrania", ha asegurado la ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, en declaraciones a la prensa.

Precisamente jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, mantendrá este martes una reunión con el primer ministro moldavo, Dorin Recean, en el marco del Acuerdo de Asociación que ya tienen Bruselas y Chisináu, donde tratarán la cuestión de las reformas que la UE pide en Moldavia para iniciar las negociaciones de adhesión.

Desde que los líderes de la UE acordaron el año pasado empezar las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, los Veintisiete negocian las reglas que regirán las conversaciones. Hasta tres fuentes diplomáticas han asegurado a Efe que abierto las negociaciones en junio, como pretende Bélgica, "es factible", aunque habrá que convencer a Hungría, el principal aliado de Rusia en la UE que sigue oponiéndose hoy día.

Paralelamente, en Bruselas continúan las negociaciones para poder utilizar los beneficios extraordinarios de los fondos congelados rusos por poder ayudar a Ucrania.

Ucrania quiere atacar Rusia

Por otra parte, el consejero de la oficina presidencial ucraniana Mikhaïl Podoliak ha criticado este martes en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X que algunos socios occidentales de Ucrania sigan sin permitirlo utilizar las armas que le envían para atacar territorio de la Federación Rusa.

"Al negar a Ucrania el derecho a defenderse con todas las armas disponibles, Occidente actúa según el previsto en Moscú. ¿Por qué?", se ha preguntado Podoliak, cuyo mensaje había aludido previamente a los ataques con artillería y misiles que Rusia lanza desde su propio territorio contra la región fronteriza de Járkov y su capital homónima. Según Podoliak, estos ataques rusos están forzando a los residentes en la ciudad de Járkov, la mayor de Ucrania después de Kyiv, a marcharse de la urbe.

"El sufrimiento de los civiles lleva a Ucrania a pedir armas de más alcance a sus aliados con permiso de utilizarlas contra las baterías (ubicadas) en territorio enemigo", ha escrito el consejero presidencial ucraniano, que suele fijar la posición de la administración del presidente Volodímir Zelenski en asuntos sobre los cuales él no se pronuncia directamente.