Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) han decidido este miércoles no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales en Bielorrusia del pasado 9 de agosto, en los cuales se proclamó vencedor el actual mandatario, Alexandr Lukashenko.
"Las elecciones no fueron justas ni libres y no cumplieron los estándares internacionales. No reconocemos los resultados presentados por las autoridades bielorrusas", ha asegurado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa al final de una cumbre telemática de líderes comunitarios. Se ha sumado a estas declaraciones la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Los dos han explicado que impulsarán "sanciones dirigidas a los responsables de la represión" y la "falsificación de las elecciones".
Michel y Von der Leyen han condenado la "violencia" de las autoridades bielorrusas ante las protestas "pacíficas" de la ciudadanía. Los 27 reclaman una "transición democrática pacífica" al país y asignarán 53 millones de euros "para dar apoyo al pueblo bielorruso".
Sánchez defiende el diálogo interno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se ha pronunciado sobre las últimas elecciones bielorrusas mostrando su "enorme preocupación" por la situación en el país después de unas elecciones que "no han sido libres ni justas". Sánchez ha considerado que el "mejor escenario sería el lanzamiento de un diálogo nacional inclusivo" para resolver el conflicto.
En la reunión extraordinaria del Consejo Europeo, Sánchez también ha reclamado al gobierno de Lukashenko el fin de la violencia y la liberación de los detenidos y "arbitrariamente encarcelados". En su intervención en el encuentro telemático de líderes europeos, Sánchez ha apoyado la adopción de "medidas restrictivas individuales" por parte de la UE contra los responsables de la violencia y las detenciones injustificadas.
Según un comunicado del Palacio de la Moncloa, Sánchez ha pedido que se escuche "atentamente" las demandas de los ciudadanos de este país y ha defendido que la actuación de la Unión Europea con Bielorrusia "tiene que partir del pleno respeto de su soberanía".
El jefe del ejecutivo ha afirmado que España tiene "compromiso y solidaridad" con el conjunto de la sociedad civil bielorrusa. También ha considerado "importante" que las relaciones entre la UE y este país se mantengan en el marco de la Asociación Oriental.