El juez encargado del juicio penal contra el expresidente norteamericano Donald Trump ha vuelto a multarlo con 1.000 dólares por desacato. El magnate no deja de increpar y atacar a los testigos en el caso de Stormy Daniels, donde se juzga a Trump por 34 delitos graves de fraude durante las elecciones de 2016. A pesar de la gravedad de las acusaciones, el republicano no para de vejar a los testigos (dentro y fuera del tribunal) y viendo que las repetidas sanciones de 1.000 dólares son inocuas, el juez se plantea encarcelarlo.
"La última cosa que quiero hacer es meterlo en la prisión", ha afirmado el juez Juan M. Merchán al expresidente y actual candidato republicano a las elecciones presidenciales del próximo noviembre y ha añadido: "Pero al final del día tengo un trabajo que hacer". El juez ha indicado a Trump que su continua violación de sus órdenes en las que prohíbe cargar públicamente contra testigos, fiscales y miembros del jurado, es una violación del Estado de derecho.
Esta es la segunda vez en dos semanas que el juez declara al expresidente culpable de desacato. La semana pasada, Merchán impuso a Trump una multa de 9.000 dólares al determinar que había cometido desacato al hacer varias declaraciones públicas en su red social, Truth Social, y en el sitio web de su campaña, donde atacó a los testigos que participan en el juicio. El expresidente norteamericano ha repetido varias veces que es inocente y que este juicio es una caza de brujas.
Esta es la cuarta semana del juicio y hoy sube al estrado Jeffrey McConney, que trabajó como contable corporativo en la Organización Trump y, según los fiscales, ayudó a organizar el reembolso de un pago de 130.000 dólares a Daniels.
Más declaraciones incendiarias
Ya inmersos en la campaña de las elecciones presidenciales del próximo noviembre, Trump continúa con su estrategia de marcar la agenda política con sus declaraciones incendiarias. ¿Las últimas? El magnate se presenta como una víctima de la persecución política y ha comparado el gobierno de Joe Biden con la Gestapo.
En una reunión con dirigentes republicanos en su mansión de Mar-a-Lago (Florida), Trump cargó contra Biden y comparó su administración con la policía política de la Alemania nazi, según han informado varios medios estadounidenses, a los cuales se les ha facilitado una grabación del encuentro. Además de cargar contra los demócratas, también injurió a los fiscales que llevan sus casos penales. Desde la Casa Blanca se ha negado en repetidas ocasiones que no tienen nada que ver con los casos penales que tiene abierto el magnate.