Este martes 27 de septiembre se acaba el plazo que ha impuesto el Kremlin para que los ciudadanos de los territorios ocupados en el Este de Ucrania voten en unos referéndums rodeados de polémica sobre la adhesión de estos territorios a Rusia, entre protestas y acusaciones por parte de otros países de manipulación de los resultados. Estos empezaron el pasado viernes 23, después de que lo anunciaran las autoridades de las repúblicas autoproclamadas el pasado 20 de septiembre. Concretamente, lo anunció el presidente del Parlamento de Lugansk, Denis Miroshnichenko, horas después de que los miembros de la Cámara Pública aprobaran por unanimidad una ley sobre la celebración del referéndum. Durante el fin de semana en que los ciudadanos ya han tenido que votar, han ido saliendo informaciones que ponen en duda la celebración de estas consultas.
Participación manipulada en los referéndums
Por ejemplo, desde los Estados Unidos aseguran que tienen prueban que demuestran que el Kremlin ha manipulado los referéndums en las regiones del este de Ucrania y que sus resultados ya estarían decididos antes de que ni siquiera empezaran. Según ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, Rusia ha establecido que habría un 75% de los votos a favor de la adhesión. "Sabemos que estos referéndums serán manipulados. Tenemos información que muestra los funcionarios rusos estableciendo objetivos de participación de los votantes y tasas de aprobación para los referéndums", aseguraba la portavoz, hablando de "falsos referéndums" que no tienen ningún tipo de fiabilidad y que, por lo tanto, no reconocerán sus resultados.
En la misma línea, el gobernador de Lugansk, Serhiy Haidai, denunció el domingo que las autoridades prorrusas de su territorio manipulan los datos de participación del referéndum de adhesión a Rusia, tal como ha lamentado en la suya cuenta de Telegram. Según los organizadores, en su región y durante las dos primeras jornadas (viernes y sábado) participó un 46% de la población, algo que las autoridades ponen en duda.
Protestas contra los referéndums en territorios ocupados
Mientras tanto, un grupo de ciudadanos de Snihurivka, una localidad situada en la región ocupada por los rusos de Mykolajiv, ha salido a la calle este domingo para protestar contra los referéndums militarizados. Los residentes de esta región han leído un comunicado donde han asegurado que "nunca" han querido formar parte de Rusia. "Nosotros, los residentes de Snihurivka, protestamos contra el referéndum ilegal. Nunca hemos querido unirnos a Rusia y no lo haremos", ha leído una de las participantes de la protesta, rodeada de otros ciudadanos, algunos de ellos con banderas de Ucrania.
Este no es el único territorio donde ha habido protestas, o como mínimo sospechas. Son muchos los habitantes de los territorios ucranianos bajo el control de Rusia después de más 7 meses de invasión. Según recoge Efe, hablan de una movilización forzosa que los lleva, inevitablemente, a un futuro muy negro. Por ejemplo, en Jersón, los miembros de las comisiones electorales insisten a la gente a ir a votar, incluso en sitios al aire libre, entre los cuales una de las calles más céntricas de la ciudad. Según explican vecinos "una mujer mayor está sentada en una mesa de plástico con una urna cerca de ella con soldados armados con pistolas automáticas a su alrededor", aunque no ha visto a nadie que haya sido obligado físicamente a votar. Con todo, este hombre también asegura que no hay demasiado interés en participar.
Esta experiencia contrasta con la de otros habitantes, que graban en vídeo como hay personas que votan más de una vez en estos referéndums, hecho que podría modificar los resultados, aparte de los soldados rusos que vigilan que todo salga como el esperado insultante a otros ciudadanos. Además, también habrían sacado a la gente de casa porque participas de manera forzada y contra su voluntad en estas consultas. Por todo, buena parte de la comunidad internacional, y solo los Estados Unidos, se oponen a reconocer los resultados del referéndum.