Después de las últimas elecciones en los Estados Unidos, que han servido para entronizar al candidato republicano, Donald Trump, su predecesor, Joe Biden, se apresura a terminar temas y cerrar carpetas. Así lo ha hecho recientemente con Venezuela, anunciando sanciones contra 21 miembros del régimen de Nicolás Maduro por "fraude electoral y represión". Las últimas elecciones en el país caribeño han sido accidentadas y todavía arrastran polémica, múltiples organismos internacionales y gobiernos de todas partes han denunciado que las elecciones no se celebraron en un ambiente óptimo y el principal líder de la oposición, Edmundo González, se acabó exiliando temporalmente en España.
Ahora los EE.UU. han dado un paso más para aplicar restricciones de visado a varios funcionarios que, según el Departamento de Estado, han sido identificados como responsables de socavar la democracia y reprimir la oposición en el proceso electoral que tuvo lugar el 28 de julio pasado. Los EE.UU. no reconocen el resultado electoral, ante las detenciones arbitrarias que se produjeron. La administración de Joe Biden da apoyo a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela y con este gesto quiere presionar los gobiernos que todavía no lo han hecho. En España, por ejemplo, tanto en el Senado como en el Congreso, las mayorías parlamentarias han conseguido que se aprobaran reconocimientos al líder opositor venezolano, pero, en cambio, el Gobierno no reconoce que sea el presidente electo, a pesar de acogerlo. En Catalunya, la oposición venezolana tiene el apoyo de Junts per Catalunya, pero, en cambio, no recoge simpatías por parte de ERC y menos de la CUP, partidos más próximos a la revolución bolivariana.
Edmundo González quiere volver a Venezuela
Este debate irá en aumento las próximas semanas, teniendo en cuenta que González ha anunciado que está dispuesto a volver a su país, Venezuela, con el fin de asumir la presidencia el 10 de enero del 2025. González llegó a España el septiembre pasado, recibiendo ayuda del Gobierno, que negoció con el régimen de Maduro. Sin embargo, más allá de acogerlo, el gobierno de Pedro Sánchez no ha hecho ningún gesto por reconocer su autoridad como presidente electo, por lo tanto, la posición oficial española no la ayuda en sus planes de abandonar España y volver a Venezuela. Cuando en septiembre González se exilió, el Gobierno se limitó a anunciar que el líder opositor había salido de Caracas en dirección a España en un avión de las Fuerzas Armadas españolas. "El gobierno de España ha dispuesto los medios diplomáticos y materiales necesarios para su traslado, realizado a petición suya. El gobierno de España reitera su compromiso con el derecho político y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas, muy especialmente de líderes políticos".