El líder de la ultraderecha brasileña, Jair Messias Bolsonaro, juró hoy ante el Congreso como nuevo presidente constitucional de la República Federativa de Brasil para los próximos cuatro años.

"Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución brasileña" y "observar las leyes, por el bien del pueblo brasileño", declaró el ahora gobernante, quien fue seguido por el nuevo vicepresidente Hamilton Mourao, general de la reserva del Ejército, en un juramento similar con la mano sobre la Carta Magna.

A la ceremonia, que se celebra en el hemiciclo del Senado, asisten los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Honduras, Juan Orlando Hernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Perú, Martín Vizcarra; y Uruguay, Tabaré Vázquez.


Asimismo, están presentes los primeros ministros de Israel, Benjamín Netanyahu; Hungría, Viktor Orbán; y Marruecos, Saadedine Othmani, así como los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza, y Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, entre otras autoridades.

Tras prestar juramento como nuevo presidente de Brasil, Bolsonaro pronunciará un primer discurso ante el pleno del Parlamento, y luego se dirigirá al vecino Palacio de Planalto, sede del Gobierno, donde recibirá la banda presidencial de manos del gobernante saliente, Michel Temer.

Bolsonaro pronunciará entonces un segundo discurso ante miles de personas que se congregan frente al palacio presidencial, donde recibirá el saludo de las autoridades extranjeras y encabezará la ceremonia en la que asumirán sus cargos los 22 miembros de su Gabinete.

Los actos concluirán al caer la noche, con una recepción de gala ofrecida en la sede de la Cancillería por el nuevo presidente, cuyo mandato concluirá el 1 de enero de 2023.

El Trump brasileño

El político ultraderechista ganó las elecciones como candidato del Partido Social Liberal (PSL) después de obtener el 55,7% de los votos delante del 44'3% que consiguió Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), según informó el Tribunal Supremo Electoral brasileño.

Treinta y tres años después de la normalización democrática, los brasileños han escogido que Bolsonaro, un capitán retirado, dirija los destinos del país. Tiene un perfil autoritario y flirtea con el militarismo. Con un discurso directo y calificado por muchas personalidades como "populista", sus multitudinarios mítines hicieron que desde el inicio de la campaña electoral se le apodara el Trump brasileño, por sus múltiples semejanzas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El candidato ultra jugó durante toda la campaña con la idea de combatir la corrupción, que afecta gravemente al PT, y que ha causado mucha desafección ciudadana. Sin embargo, su gran baza ha sido el propósito de acabar con la violencia en las calles de las metrópolis brasileñas, una de las principales preocupaciones del pueblo y un reto que queda ahora en manos del flamante presidente de Brasil.