El presidente federal de Austria, Alexander Van der Bellen, ha encargado este lunes al ultraderechista Herbert Kickl, líder del partido liberal FPÖ, la formación de un nuevo gobierno después del colapso de las negociaciones entre conservadores, socialdemócratas y liberales para formar gobierno. Después de reunirse esta mañana durante una hora con Kickl, el jefe de Estado ha comparecido para explicar le ha encargado negociar con el partido popular ÖVP sobre la formación de una coalición de gobierno.
El partido conservador, ÖVP, abre la puerta a un gobierno de coalición con los ultraderechistas
Es la primera vez en la historia de Austria que el FPÖ ultraderechista, ganador de las elecciones del pasado 29 de septiembre con cerca del 29% de los votos, recibe el encargo de formar un gobierno. "El ÖVP ha hecho marcha atrás a su rechazo categórico a una cooperación con Kickl. Esta es la nueva situación", ha dicho Van der Bellen sobre el cambio de postura anunciado el domingo por el nuevo líder conservador, Christian Stocker. Este giro tuvo lugar este domingo, cuando el hasta ahora canciller federal y líder conservador, Karl Nehammer, anunció su dimisión el sábado después de dar por fracasadas las negociaciones para un gobierno tripartito entre el ÖVP y el partido socialdemócrata SPÖ y los liberales Neos.
Posiciones prorrusas y euroescépticas
Kickl tiene 56 años y es de filiación prorrusa. Acostumbra a utilizar un lenguaje provocador y estridente. Defiende un estricto control de las fronteras, una ley de emergencia para suspender el derecho al asilo y defienden la "reemigración de extranjeros no invitados". Además, el FPÖ defiende poner fin a las sanciones en Rusia y cuestiona el apoyo de Occidente a Ucrania. Asimismo, es muy crítico con la Unión Europea y se ha aliado en más de una ocasión con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y con el populista cheque Andrej Babiš. De hecho, los tres han creado la alianza Patriotas por Europa, un nuevo grupo en el Parlamento Europeo, del cual forman parte también Vox, la formación francesa de Marine Le Pen y el partido del neerlandés Geert Wilders.
La advertencia del jefe de Estado
Sin embargo, en su comparecencia, el presidente federal de Austria ha advertido que todos los gobiernos tienen que respetar los pilares básicos del Estado de derecho, separación de poderes, derechos humanos y de las minorías, así como los medios de comunicación libres e independientes y la permanencia en la Unión Europea.
El FPÖ obtuvo el 28,8% de los votos, pero ha sido incapaz de encontrar socios para formar un gobierno nacional. El conservador Partido Popular (ÖVP) quedó segundo, con el 26,3%, y los socialdemócratas (SPÖ), de centroizquierda, obtuvieron el 21,1%. Eso llevó a Nehammer a entablar conversaciones con el SPÖ y el partido liberal NEOS para formar a un Ejecutivo que excluyera a la extrema derecha, unas conversaciones a tres bandas que fracasaron el viernes.