Después de haber ganado las elecciones generales del pasado domingo, Javier Milei ya prepara la transformación radical de Argentina. El ultraderechista y autodefinido anarcocapitalista empieza a diseñar las prioridades para su nuevo gobierno, que tomará posesión en menos de tres semanas, concretamente el 10 de diciembre —una fecha curiosa, porque coincidirá con el 40.º aniversario del restablecimiento de la democracia en el país latinoamericano después de la sangrante dictadura militar.
La primera medida que ha confirmado el futuro presidente argentino es una que ya se daba por supuesta. De hecho, Milei la había reivindicado en numerosas ocasiones durante su campaña electoral, simbolizándola con una motosierra eléctrica que había mostrado enérgicamente a sus seguidores durante numerosas visitas por el territorio. Firme desconfiado en la administración pública, y con la voluntad declarada de llevar el Estado a su mínima expresión, el libertario ya ha avanzado que recortará el número de ministerios de su gobierno. Si hasta ahora el gobierno peronista de Alberto Fernández contaba con 19 departamentos diferentes, Milei suprimirá 12, casi dos tercios del total.
El futuro ejecutivo ultra contará con solo ocho ministerios, siete de los cuales que ya existen y uno que será de nueva creación. En concreto, el Estado de Milei tendrá como prioridades la seguridad a través de tres carteras —Seguridad, Defensa e Interior—, además de las Relaciones Exteriores, la Justicia, la Economía, la Infraestructura del país y el Capital Humano —un ministerio original del líder de La Libertad Avanza que contará con muchas de las responsabilidades hasta ahora repartidas en otros departamentos—. Los ministerios que desaparecerán serán Transporte, Obras Públicas, Salud, Desarrollo Social, Mujeres —la erradicación de la cartera feminista había sido una de sus principales reivindicaciones en campaña—, Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Trabajo, Ambiente, Turismo y Deportes, y Desarrollo Territorial.