Se avistan turbulencias políticas en Alemania en función del resultado de las elecciones que se celebran este domingo en dos 'länder' del este del país, Turingia y Sajonia, unos comicios en los que se espera un gran auge de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que lidera en intención de voto y se espera que ganará en el caso del primer Estado federal con un 30% de los sufragios, mientras que en caso del segundo conseguiría una sólida segunda posición, solo tras los conservadores tradicionales de la CDU —el partido de la excanciller Angela Merkel.
Los comicios regionales coinciden en un momento en el cual el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz está en horas bajas, de igual forma que Los Verdes o los liberales del FDP —los socios de coalición de Scholz—. De hecho, el próximo año habrá elecciones federales en el país y los socialdemócratas han pasado de ganar en 2021 con el 25% de los votos a caer a una tercera posición tras la CDU y AfD en las encuestas. En los dos estados federales que celebran comicios hoy, el SPD podría conseguir tal solo un 6% del voto, mientras que el FPD y Los Verdes todavía tienen peores perspectivas electorales y las tres formaciones podrían incluso llegar a quedarse fuera de los parlamentos regionales, una situación que nunca había pasado en el caso de los socialdemócratas, a pesar de la tendencia habitualmente derechista del sentido de voto en Alemania del este.
Los alemanes de Sajonia y Turingia también votan con la polémica desatada sobre la inmigración, después de que se hayan producido varios atentados con cuchillo últimamente por parte de ciudadanos extranjeros, unos hechos que siempre alimentan AfD. Se trata de un debate candente, especialmente desde las masivas llegadas de refugiados sirios en torno a 2015. Viéndole las orejas al lobo, el gobierno de Scholz haya endurecido su discurso y sus políticas con respecto a las fronteras y las deportaciones de inmigrantes en situación irregular o que haya delinquido. También ha creado un grupo de trabajo con representantes de la oposición y gobierno regionales. Recientemente, se ha hablado de “efecto Solingen”, en referencia al atentado en el cual murieron tres personas el pasado 23 de agosto, presuntamente a manos de un sirio miembro de Estado Islámico, unos hechos que han marcado el debate político del país estos días.
En Turingia, la candidatura de la AfD la lidera uno de los líderes más radicales y polémicos del partido, Björn Höcke, un profesor de instituto de 52 años que las autoridades federales del país tienen identificado oficialmente como extremista de derechas y al cual se ha investigado por su connivencia con el nazismo. Höcke ha dejado polémicas como tildar el monumento de homenaje de Berlín a las víctimas del Holocausto como una “vergüenza” u otras declaraciones revisionistas y uso de lemas nazis (“Alles für Deutschland”) que le han costado algunos juicios, teniendo en cuenta las restrictivas leyes del país hacia el enaltecimiento de ciertas ideas o la proliferación de discursos de odio, dada su historia. Estos días, AfD ha estado paseando lemas como “Solingen o reemigración” o “Solingen o Höcke”.
Sahra Wagenknecht entra en escena
También hay que tener en cuenta la entrada en escena de un nuevo partido de corte populista, la Liga Sahra Wagenknecht (BSW), por el nombre de su fundadora, que tanto en Turingia como en Sajonia ocupa el tercer lugar en las encuestas con el 18% y el 13% respectivamente y, así, complica los pronósticos sobre una posible formación de gobierno en los dos estados federados. La BSW surge de una escisión del partido La Izquierda (Die Linke) dentro del cual Sahra Wagenknecht había representado siempre el ala más afín a los orígenes marxistas de la agrupación. De hecho, la muy conocida en el país Wagenknecht fue la líder de un grupo llamado Plataforma Comunista.
Con todo, Wagenknecht justificó en su momento su decisión de dejar La Izquierda y fundar a una nueva agrupación, argumentando que el partido se había centrado en defender intereses de élites urbanas alternativas y había olvidado en su base tradicional, formada por trabajadores de bajos ingresos. Además, indicó que la pérdida de votos de La Izquierda en favor de AfD en el este, mostraba que el partido se había alejado de las preocupaciones de la gente. En este sentido, Wagenknecht ha adoptado un discurso muy duro también hacia la inmigración y en algunos puntos tiene similitudes de programa con la AfD, como el rechazo a las políticas contra el cambio climático o a enviar más ayuda militar a Ucrania. De hecho, el presidente de la CDU, Friedrich Merz, ha calificado Wagenknecht como alguien que es de extrema izquierda en algunos temas y de extrema derecha en otros.