En lo que llevamos de 2022 en los Estados Unidos (EE.UU.) ya se han producido 49 tiroteos masivos, según la asociación Gun Violence Archive. La violencia con armas en los EE.UU. es uno plaga que se expande por todo el país sin freno. Centros comerciales, discotecas o centros educativos son los focos de estos ataques. ¿Pero a quién se culpa? Pues normalmente a muchos factores, pero casi nunca cae ninguna responsabilidad sobre quien fabrica estas armas, hasta ahora. En un acuerdo histórico, la empresa de armas Remington ha llegado a un pacto con las familias de las víctimas del tiroteo en la escuela de primaria Sandy Hook. La masacre se produjo el año 2012 y acabó con la vida de 20 niños y seis adultos. La compañía ha acordado indemnizar a las familias de cinco niños y cuatro adultos asesinados en este ataque por un valor de 73 millones de dólares (64 millones de euros).
Después de tantos años de masacres llevadas a términos gracias al fácil acceso a las armas de fuego es posible preguntarse: ¿cómo este es el primer acuerdo de este tipo? La principal razón es que la mayoría de los fabricantes de armas se pueden acoger a una ley federal de 2005 que protege las compañías de las acusaciones de homicidio negligente de las víctimas, según recoge la CNN.
En este caso, sin embargo, Remington veía que esta ley no los protegería, ya que los abogados de las familias de las víctimas adoptaron otra vía: responsabilizar la marca por su estrategia publicitaría. Muchos fabricantes de armas se amparan en el argumento que ellos no promueven la violencia con sus productos, simplemente les fabrican, sin embargo, el marketing que hacen de estos sí que es responsabilidad suya. Remington comercializó un tipo de rifle del estilo AR-15. Este tipo de fusiles de asalto fueron diseño a la guerra de Vietnam, no son, precisamente por un uso doméstico. Sin embargo, la empresa diseñó una campaña publicitaría que apelaba a la gente normal, especialmente a los hombres, como Adam Lanza, el asesino de Sandy Hooks.
El marketing de este rifle de asalto animaba a los compradores a imitar las acciones de comandos militares y policiales, los cuales eran realmente el público objetivo de esta arma. Animar a gente normal y sin formación especializada a imitar en cuerpos militares no era la única estrategia de marketing que Remington explotó para introducir su producto al público general. Según informa el digital Voz de América, una de las imágenes publicitarías de la compañía mostraba el rifle con la leyenda: "Ahora sí tienes renovado tu carné de hombre".
Una advertencia por todo el sector
A través de perseguir la publicidad de la marca, las víctimas de la masacre de Sandy Hooks han conseguido un hecho histórico, que un fabricante de armas reconozca su responsabilidad en un tiroteo masivo. Actualmente, Remington se encuentra en bancarrota y serán las aseguradoras de la compañía quien tendrán la responsabilidad de materializar la indemnización millonaria.
Aunque Remington no pagará de forma directa, los abogados de las familias celebran que hayan querido llegar un acuerdo. La empresa ha querido pactar cuándo vio que hace falta de sus demandas de desestimar el caso tiraban adelante. Ahora no solo las familias recibirán el dinero, sino el reconocimiento público.
"Estas nueve familias compartieron un único objetivo desde el principio: hacer todo el posible para ayudar a prevenir al próximo Sandy Hook. Es difícil imaginar un resultado que cumpla mejor este objetivo", ha declarado Josh Koskoff, abogado de los demandantes, y ha añadido."Esta victoria tiene que servir como una llamada de atención no solo la industria de las armas, sino también las compañías de seguros y bancarias que la sostienen".