ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Un "comentario errante" fuera de lugar del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, arruinó el pacto entre Polonia y los Estados Unidos para enviar aviones de combate a Ucrania, informa el medio norteamericano Politico. Este miércoles, el portavoz del Pentágono, John Kirby, rechazó la propuesta de que hacía días que estudiaba transferir aviones de combate soviéticos MiG-29 polacos en Ucrania a cambio de proveer Polonia con material moderno. Este intercambio respondería a las demandas del gobierno de Volodímir Zelenski para detener la invasión rusa ante los fuertes bombardeos que se están llevando a cabo en el país. Sin embargo, la propuesta "no es factible" desde el punto de vista logístico, argumentó Kirby, y genera "preocupaciones graves" para toda la OTAN porque implicaría volar en una zona en disputa con Rusia. Pero según la prensa de los EE. UU., la indiscreción de Borrell también habría jugado un papel importante.
Borrell lo dijo a la prensa
Un comentario de Borrell desencadenó un malentendido dentro de la OTAN. A pesar del gran número de voces en las altas esferas militares de los EE. UU. en contra de enviar aviones de países miembros de la OTAN en Ucrania, Politico asegura que no fue hasta que Borrell reveló los planes a la prensa, que la operación se volvió "imposible". Y es que el jefe de la diplomacia europea "declaró inequívocamente a los reporteros del 27 de febrero que el bloque proporcionaría en Ucrania aviones de combate" aunque el bloque "nunca había acordado nada". Este comentario, dice el medio citado, "chocó" tanto los aliados occidentales como Ucrania, que preferían mantenerlo en secreto. Todavía más surrealista es el hecho de que los ucranianos creyeron en la palabra de Borrell y también anunciaron públicamente que recibirían cazas europeos. "Los pilotos ucranianos incluso viajaron a Polonia para ligar el trato y llevar los aviones de vuelta a la frontera", asegura el medio. A principios de marzo, el presidente polaco dejó de lado el plan y dijo que sus cazas no volarían al espacio aéreo ucraniano.
Nadie quiere dar el primer paso
Pero más recientemente, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, confirmó que se estaba estudiando un posible pacto triangular con Polonia y Ucrania, según el cual los Estados Unidos enviarían aviones F-16s nuevos a los polacos a cambio de los soviéticos que irían a Kyiv. No obstante, los norteamericanos retrocedieron finalmente después de la fuerte oposición a que recibieron por parte de los servicios de inteligencia, pero dejaron la puerta abierta para que Polonia enviara sus aviones si así lo deseaban, pero que los cazas de recambio no estarían listos hasta unos meses después. En respuesta a eso, Varsovia fue un paso más allá y propuso que fueran los EE. UU. los que entregaran los aviones polacos a Kyiv a través de la base americana en Rammstein, Alemania. Está aquí donde el trato acabó por deshacerse del todo.