Quedan pocas tribus en el mundo que se puedan considerar aisladas, es decir, con poco o ningún contacto con el mundo exterior. Los shompen entran en esta categoría, ya que a pesar de estar relativamente en contacto con el resto del mundo no han sido asimilados por la modernidad, siguen viviendo como siglos y son cazadores-recolectores en el interior de la isla Gran Nicobar. Sin embargo, esta descripción puede ser que pronto tenga que estar escrita en pasado, ya que los planes que tiene la India por este territorio puede verter la tribu a su desaparición, según denuncian a The Guardian varios expertos. En una carta abierta, 39 estudiosos de 13 países han advertido: "Si el proyecto sale adelante, aunque sea de forma limitada, creemos que será una condena a muerte para los shompen, equivale al crimen internacional de genocidio".
Los planes de la India para este territorio virgen y el hogar de esta tribu son un puerto, un aeropuerto y una base militar. El proyecto está dotado de 9.000 millones de dólares y pretende transformar radicalmente esta isla del pacífico. Para poner en perspectiva, se quiere construir lo que se ha denominado el "Hong Kong de la India", un sobrenombre que sirve para ilustrar cuáles son los planes por este territorio natural.
La desaparición de los shompen
El macroproyecto de la India pretende arrasar la selva que cubre esta isla y con ella arrasar el modo de vida de esta tribu. Los expertos subrayan que los shompen dependen de la selva para su existencia y tienen poco contacto con el mundo exterior. Aislados durante tanto de tiempo, los académicos creen que podrían morir de enfermedad si entran en contacto con personas de fuera. Hay poca mención en los planes del gobierno de lo que pasará con los shompen y los nicobaresos, que también viven en la isla, aparte de afirmar que los indígenas pueden ser reubicados "si hace falta", según informa el diario británico. Los nicobaresos están menos aislados que los shompen y se consideran menos vulnerables.
El llamamiento que hacen actualmente esta treintena de expertos de todo el mundo no es la única petición para parar este macroproyecto. Hace un año, unos 70 antiguos funcionarios y embajadores indios alertó al presidente de que el proyecto "destruiría prácticamente la ecología única de esta isla y el hábitat de los grupos tribales vulnerables".
El gobierno de Modi y su proyecto étnico para la India
El primer ministro Modi es un político de extrema derecha que hace años que lidera el país. Con políticas identitarias y medidas populistas, ha promovido a lo largo de los años un tipo de identidad india y ha perseguido las que considera disidentes, sea por etnia o religión. En este contexto no es de extrañar que este mismo gobierno no preste demasiada atención al futuro de estas tribus. Sin embargo, ¿cuál es la versión que dan para justificar este proyecto faraónico en una isla virgen? La más común: hace falta para la economía y la seguridad. El gobierno considera que el proyecto es vital para la seguridad y la defensa, dada la ubicación estratégica de la isla en el océano Índico, contrarrestar la presencia creciente de China en la región. Además, se trata de un área comercial muy concurrida por el transporte marítimo.