La victoria de Emmanuel Macron en la primera vuelta de las presidenciales francesas ha sido bien recibida en Bruselas, donde la sombra del Frente Nacional amenaza el proyecto europeo. Aun así todavía no se respira plena tranquilidad: Marine Le Pen, a pesar de no poder pegar en este primer asalto al candidato centrista, ha conseguido el apoyo de hasta el 21% de los electores, cifra que su rival de En Marche! ha superado por dos puntos.
Ambos candidatos representan posturas totalmente opuestas en varias materias, aunque la gran pregunta que se harán todos los franceses el día 7 de mayo, fecha en que se celebrará la segunda vuelta, es si siguen creyendo en el proyecto europeo o prefieren seguir el camino del ya denominado frexit.
La Unión Europea no esconde su deseo de encontrar en Macron el apoyo que se necesita ahora mismo para consolidar la unidad ante los frentes que hay abiertos a Europa. De hecho, el mismo Juncker ha salido al paso felicitando al candidato centrista y dando todo su apoyo "por el que sigue". De esta manera, el presidente de la Comisión Europea, sin ser ninguna sorpresa, toma partido en unas elecciones claves de cara al futuro de la Unión.
La responsable de Asuntos Exteriores de la UE, Federica Mogherini, se ha congratulado de ver banderas francesas y europeas con la victoria de En Marche! y también ha felicitado al líder del movimiento.
Por su parte, el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha confiado en la victoria del candidato aunque se ha mostrado prudente afirmando que "no se tiene que vender la piel del oso antes de cazarlo".
El eje alemán celebra el resultado
Otros políticos europeos también son conscientes del esperanzador resultado y desde Alemania, el otro eje necesario para una Unión Europea fuerte, ya se han adelantado para dar alas a Macron. El portavoz de la cancilleria alemana, Steffen Seibert, ha deseado suerte al candidato de cara a la segunda vuelta, mientras que el ministro de Cancilleria, Peter Altmaier, considera que "Francia y Europa pueden ganar juntas".
La canciller Angela Merkel ya se reunió con Macron el mes de marzo augurando su posible entrada al Elíseo y destacó la conclusión a la que habían llegado de cooperar para conseguir una UE tenaz.
También ha tenido palabras de felicitación el contrincante de la canciller a las elecciones, Martin Schulz, quien no esconde su europeísmo y se decanta de forma clara por eliminar a la ultraderechista Marine Le Pen de toda aspiración para llegar a la presidencia.
Por su parte, Alfonso Dastis, ministro de Exteriores español, ha comparado el proyecto del francés Macron con el de los populares afirmando que "tiene un proyecto para Europa, que es lo que más se parece a lo que tiene el Gobierno español".
En Francia ya se decantan por Macron
Una vez se dieron a conocer los resultados que daban vía libre al Frente Nacional para disputarse la presidencia en la segunda vuelta, los dos grandes derrotados de estas elecciones, socialistas y conservadores, dieron pleno apoyo a Macron.
Benoit Hammond fue claro en la asunción su derrota "en manos de la derecha". Aun así, el socialista pidió el voto para Macron con unas fuertes declaraciones contra Le Pen: "Se tiene que diferenciar claramente entre un rival político y un enemigo de la República francesa". Hamond, que representaba el continuismo de un quemado François Hollande, ya derrotó a Manuel Valls en las primarias y no ha evitado recibir unos malos resultados posiblemente por la gestión del actual presidente del país.
El otro grande derrotado, el conservador François Fillon, reconoció su culpa por la derrota y también expuso su claro deseo que los electores se decanten ahora por Macron diciendo lo siguiente: "Si el partido extremista llega al poder nos llevaría a la derrota y el fracaso", llevando al país hacia la "división de Francia".
Por su parte, el candidato de la izquierda Jean-Luc Mélenchon, no dejó claro a quién dará apoyo a partir de ahora y declaró que lo consultará con la militancia.
¿El fin del populismo de derechas?
El desplome de la extrema derecha europea empieza a hacerse visible con la derrota de Le Pen, aunque se tendrá que consolidar en la segunda vuelta de las presidenciales. Mientras el primer gran derrotado fue el candidato holandés Geert Wilders en las neerlandesas del mes de marzo ante el europeísta Mark Rutte, ahora muchos esperan lo mismo con Le Pen. De esta forma, el proyecto europeo se dejaría de tambalear y pasaría a recibir el apoyo popular que esperan, sesenta años después de su creación.
"En nombre de ustedes, encarnaré la voz de la esperanza de nuestro país y de la Unión Europea", decía ayer domingo un Macron consciente de haber dado un fuerte golpe a una ilusionada extrema derecha con la candidata más fuerte de los últimos años. Marine Le Pen, a pesar de no llegar a la segunda vuelta con los sondeos a favor suyo, sigue aspirando a la presidencia y la UE espera ansiosa el resultado.