La Unión Europea empieza su camino hacia la militarización. En el contexto actual, que desde Bruselas consideran peligroso e inestable la UE se plantea organizar a partir de 2023 maniobras militares para intentar potenciar su capacidad de actuación. A partir del 2025 estas maniobras se acabarán convirtiendo en una fuerza de intervención operativa con hasta 5.000 militares. Así se explica en un documento confidencial que servirá de base a los ministros de Exteriores y Defiende europeos para empezar las negociaciones sobre la orientación geoestratégica de la Unión durante la próxima década, según ha informado el diario El País.
Josep Borrell, vicepresidente de la Unión Europa y alto representante de Política Exterior, hace meses que reclama a un ejército europeo de estas características, entre mucho escepticismo de la OTAN. Ahora, este documento, bautizado como Brújula Europea, es la primera vez que la UE se plantea organizar estas maniobras militares y supone un salto sin precedentes en la capacidad militar de la organización. El objetivo, según expone el escrito de unas 28 páginas, es contar con la fuerza necesaria para "promover su visión y defender sus intereses". Borrell avanzó esta Brújula a los miembros de la Comisión Europea el pasado miércoles. Este lunes y mañana martes, una cincuentena de ministros de Exterior y Defensa se encontrarán en Bruselas en una sesión conjunta para discutirlo.
Cuartel general
"Este no es el mundo que los europeos hemos escogido o que preferimos, pero es el que tenemos que afrontar", se puede leer en el documento, que también expone que "a partir del 2023 organizaremos de manera regular maniobras, también navales." El objetivo es que la Brújula sirva para guiar la política exterior y de defensa de la UE, una vez adoptada por el Consejo Europeo el próximo marzo. Estas maniobras se acabarán convirtiendo en una fuerza de intervención operativa con 5.000 militares a partir del 2025. Así, aunque en un principio la organización corresponde a las unidades nacionales, a partir del 2025 pasaría al Estado Mayor de la UE creado en el 2017, un cuartel general que nunca ha sido plenamente operativo.
Las nuevas fuerzas de intervención permitirán ir más allá del "batallón europeo" un concepto con, en teoría, disponibilidad de 1.500 agentes de las diversas naciones. Aunque en teoría está operativa desde el 2017, nunca se ha activado por falta de voluntad política, recursos financieros y la ausencia de entrenamientos conjuntos de los militares.
Determinados por la misión
Según se desprende del documento que hoy discutirán los ministros, el gran objetivo de las maniobras será disponer de una fuerza de defensa con la capacidad de actuar cuando sea necesario: "Seguiremos haciendo maniobras de manera regular para fortalecer nuestra asistencia mutua en caso de agresión armada, de acuerdo con el artículo 42.7 del Tratado de la UE," precisa la Brújula. Este artículo es la base legal que, de manera similar a lo que establece la OTAN, permite a los 27 Estados miembros responder de manera conjunta a un ataque. Y añade que "desde el 2022 se incluirán también maniobras al campo cibernético". De hecho, en las 28 páginas del documento se detalla un calendario para reforzar los medios para actuar contra amenazas híbridas, cibernéticas o desde el espacio.
Aunque se prevé que esta unidad militar cuente con unos 5.000 miembros, Borell ha aclarado que "será la misión lo que determine el número de tropas necesarias y no al revés". Para las misiones civiles, el objetivo es desplegar un equipo de hasta 200 expertos en un plazo de 30 días en el 2023. El texto, que se podrá debatir hasta marzo de 2022, considera que es necesario "desarrollar una Unión Europea que actúe como proveedor de seguridad". Para conseguirlo, se plantea explotar el artículo 44 del Tratado de la Unión que permite hacer operaciones militares por unanimidad. En ellas, tan solo participarán los socios que así lo deseen.