Ya hace prácticamente tres años que estalló la pandemia del coronavirus y, desde un primer momento, la comunidad científica trabajó para encontrar una vacuna que sirviera para inmunizar la población mundial ante la covid, que entonces era una enfermedad prácticamente desconocida. Esta vacuna llegó en un tiempo récord y procedente de diferentes farmacéuticas: en menos de un año, ya había empezado la vacunación de la población. En Europa los viales se compraron de manera centralizada y era la Comisión Europea quien se encargaba de repartirlos. Ahora, el prestigioso periódico The New York Times ha puesto el foco sobre un intercambio de mensajes entre la presidenta de este organismo y el consejero delegado de la farmacéutica Pfizer, el griego Albert Bourla, cuando en Europa se estaba negociando la compra de vacunas.
Von der Leyen ocultó estos mensajes telefónicos con Bourla y el diario norteamericano quiere que la presidenta de la Comisión Europea vaya a los tribunales por esta falta de transparencia, según ha adelantado Politico. De momento, el primer paso lo ha hecho el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha abierto un caso a raíz de la demanda del diario contra el ejecutivo comunitario, que se mantiene en silencio sobre el contenido de los mensajes entre Von der Leyen y el farmacéutico. Según Politico, el diario argumenta que la Comisión tiene la obligación legal de publicar los mensajes que puedan contener información sobre la compra millonaria de vacunas contra la covid-19 a esta farmacéutica.
Von der Leyen, cuestionada por la falta de vacunas
La primera información sobre estos controvertidos mensajes se remonta a 2021, cuando el diario neoyorquino informó de las conversaciones telefónicas entre la presidenta y Bourla, en plena negociación de la vacunación. Entonces, aseguraba que este intercambio de palabras había tenido un papel clave en la compra, de la cual presumió la misma Von der Leyen el 21 de abril del 2021, adelantando que la Comisión estaba negociando con Pfizer para adquirir 1.800 millones de dosis adicionales contra la covid. Eso la convertía en la compra mundial de estos viales más importante hasta entonces. En aquel momento, la vacunación ya había empezado, pero las dosis todavía iban llegando lentamente y no se había podido abrir a todas las franjas de edad. Aunque los estados estaban preparados para vacunar más rápidamente a la población, no podían hacerlo, ya que no había suficientes vacunas para todo el mundo, hecho que contrasta con la actualidad, que las dosis caducan. Todo ello provocó que Von der Leyen fuera objeto de críticas y ella misma trató de poner remedio con este intercambio de mensajes.
Después de que The New York Times informara de las conversaciones, el periodista alemán Alexander Fanta pidió a la Comisión poder acceder a los mensajes y otros documentos que habían compartido la presidenta y el CEO de Pfizer. Con todo, solo se le hizo entrega de una carta, un correo electrónico y un comunicado a la prensa. Esta respuesta no satisfizo al periodista, que insistió a la Comisión, pero la institución le contestó meses más tarde, asegurando que no existía ningún otro documento. Fanta decidió presentar una queja a la defensora del pueblo de la UE, que le dio la razón. "No se intentó identificar si existía algún mensaje de texto, hecho que no cumple con las expectativas razonables de transparencia y los estándares administrativos (...) No hace falta guardar y registrar todos los mensajes, pero están claramente sujetos a la transparencia europea y, por eso, los relevantes se tienen que registrar", concluyó Emily O'Reilly.
A pesar de estas palabras de la defensora del pueblo, la Comisión insistía en que los mensajes se habían borrado, ya que "no están destinados a contener información importante relacionada con las políticas, actividades y decisiones de la Comisión", cuando la eurodiputada Sophie in 't Veld (encargada del comité de Pegasus) preguntó por estos hechos. Sea como sea, ahora The New York Times ha dado un nuevo paso adelante llevando los mensajes a la justicia europea.