Los 27 Estados miembros de la Unión Europea han llegado divididos a la cumbre del Consejo Europeo que se celebra este jueves en Bruselas. El encuentro de los líderes de la UE, tal como recuerda la ACN, viene marcado por la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, de crear centros de deportación de migrantes fuera de las fronteras comunitarias, al estilo del modelo impulsado por la italiana Giorgia Meloni en Albania. España, Irlanda y Bélgica han rechazado ya la medida. A su vez, el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha mostrado escéptico respecto de la propuesta y ha dicho que no es una solución "para un país grande como Alemania". En cambio, países como Lituania, Letonia, Bulgaria, y también Dinamarca, se han mostrado a favor de promover "medidas innovadoras".

La migración, tema principal

La cumbre de los líderes de la UE llega en un momento en que la migración acapara todos los focos, después de que esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dirigiera una carta a los Estados en la que planteaba la apertura de centros de deportación en países fuera de la UE y ponía el acuerdo entre Italia y Albania como ejemplo. Aprovechando la ocasión, precisamente la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto con Dinamarca y Países Bajos, convocaron un encuentro al margen de la reunión para discutir "soluciones pragmáticas".

En la reunión estaban invitados los Estados que suscribieron una carta en la que se pedía al ejecutivo europeo un "cambio de paradigma" en la normativa actual sobre las deportaciones, una lista formada por 14 Estados miembros —y tres Estados más del espacio Schengen— donde aparecían Alemania, Francia o Austria, entre otros. Finalmente, antes del inicio la cumbre oficial, se han reunido con la presidenta de la CE y la primera ministra italiana los líderes de Austria, Chipre, Malta, República Checa, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Hungría y Grecia.

España, que no suscribió la misiva, considera que el debate para resolver la cuestión migratoria no se tendría que reducir únicamente a centros de deportación y apuesta por un enfoque más global. Según apuntan fuentes diplomáticas españolas, los centros son un elemento de la carta de Von der Leyen, pero no el principal ni el único. En este sentido, desde el Estado defienden que hay que reforzar el enfoque "preventivo".

Los centros de migrantes, no son una solución para Alemania

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho este jueves que los centros de migrantes fuera de la UE como el que Italia ha pactado con Albania "no son la verdadera solución para un país tan grande como Alemania". "Claro está que cuando se miran las cifras, conceptos que representan unas pequeñas gotas, no son la verdadera solución para un país tan grande como Alemania", ha asegurado Scholz, en declaraciones a la prensa, al llegar a la cumbre de Bruselas, y recogidas por Efe.

El canciller alemán ha señalado que "el año pasado llegaron a Alemania más de 300.000 inmigrantes irregulares" y conseguir no lleguen "unas 2.000 personas, es muy poco". Scholz ha destacado que su país, que ha establecido controles en sus fronteras interiores, "ha tenido en los últimos meses una reducción de casi el 50% de peticiones de asilo con respecto al año anterior", y ha pedido a los socios europeos que apliquen el pacto de migración y asilo que adoptaron el mes de mayo pasado.

También ha constatado que hay que aumentar las devoluciones de inmigrantes a terceros países, y en este sentido, señaló que Alemania ya ha organizado viajes a Afganistán, dónde enviarán más migrantes en el futuro. El canciller alemán también defendió la necesidad de permitir la llegada de inmigrante ilegales, tal como dice la ACN, para contribuir al crecimiento económico, así como garantizar "la protección de los que la necesitan".

El debate migratorio ha irrumpido con fuerza a la cumbre con la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de reflexionar sobre "fórmulas innovadoras", como los centros para la identificación y retención de migrantes ilegales en terceros países.