Venecia está decidida a luchar contra la masificación. Y es que si el lector ha visitado alguna vez la ciudad sabrá que cada vez es más imposible moverse por la ciudad llena de gente, especialmente turistas, y que el precio de la comida es elevadísimo. En este sentido, la ciudad ha decidido poner una medida más para controlar el turismo. Así, limitará los grupos de turistas a 25 personas a partir del jueves en el último intento por frenar las multitudes. Las autoridades locales también prohibirán el uso de altavoces por parte de los guías turísticos como medida para "proteger la tranquilidad de los residentes", y garantizar que los peatones puedan moverse con más libertad. Habrá multas que oscilarán entre 24 y 500 euros para aquellos que no cumplan las medidas que estaba previsto que entraran en vigor en junio y que finalmente lo harán este agosto. Las restricciones se aplicarán al centro de la ciudad y también a las islas de Murano, Burano y Torcello.

Hay que recordar, a más, que el pasado mes de abril, Venecia se convirtió en la primera ciudad del mundo al introducir un sistema de pago para los visitantes en un intento por disuadir a los turistas. El proyecto piloto, que ha estado seguido de bien cerca por otros puntos turísticos europeos duró 29 días y acabó el mes de julio, abriendo camino a un periodo de consulta por decidir como proceder con el proyecto en un futuro.

De esta manera, hay varias excepciones a las normas sobre los grupos de turistas. Los niños de hasta dos años no están incluidos en el cómputo y la limitación no se aplica a los estudiantes ni tampoco los que se encuentran en un viaje educativo.

El problema de Venecia con el turismo

La isla principal de Venecia ha perdido a más de 120.000 residentes desde principios de la década de 1950, que se han marchado por una serie de problemas. Especialmente, para un enfoque en el turismo de masas, que ha hecho que la población quede eclipsada por los millares de visitantes, en que pueblan sus plazas, puentes y estrechas pasarelas en las épocas de más afluencia del año.

Las autoridades de Venecia han sido acusadas de transformar la famosa ciudad italiana en un "parque temático". Venecia ha sido la primera ciudad que empezó una prueba piloto para turistas. El cargo de 5 euros tenía como objetivo proteger el lugar del patrimonio mundial de la Unesco de los efectos del turismo excesivo, disuadiendo a los turistas y, según el alcalde, Luigi Brugnaro, haciendo la ciudad "habitable" de nuevo. Por ahora, sin embargo, no hay conclusiones firmes.