Venecia volverá a cobrar una tasa a los turistas para acceder en su centro histórico entre medios de abril y finales de julio del 2025, duplicando el precio hasta los 10 euros para los pagos con poca antelación, según un comunicado. El objetivo de esta medida, que ya se probó este año, es definir un nuevo sistema de gestión de flujos turísticos y desincentivar el turismo diario en Venecia durante determinados periodos, de acuerdo con "la delicadeza y la singularidad de la ciudad", ha destacado al alcalde, Luigi Brugnaro.

¿Cómo funcionará la tarifa?

En el caso del próximo año, la tarifa se aplicará durante 54 días. En primer lugar, en un único bloque del 18 de abril al 4 de mayo, continuando los días de mayo siguientes: 9, 10, 11, 16, 17, 18, 23, 24, 25, 30 y 31. Además, el mes de junio se tendrá que reservar el billete para el 1, 2, 6, 7, 8, 13, 14, 15, 20, 21, 22, 27, 28 y 29, mientras que los días de julio comprenden el 4, 5, 6, 11, 12, 13, 18, 19, 20, 25, 26, y 27). Sobre el precio, la cuota de acceso será de 5 euros para los que reserven hasta el penúltimo día de su llegada, mientras que será de 10 euros para los que reserven a partir del tercer día anterior a la visita.

También para el 2025, la tasa solo se aplicará al casco antiguo y no a las islas menores, como Lido di Venezia (incluidas Alberoni y Malamocco), Pellestrina, Murano, Burano, Torcello, Sant'Erasmo, Mazzorbo, Mazzorbetto, Vignole, S. Andrea, Certosa, San Servolo, S. Clement y Poveglia. Para conseguir el código de acceso QR hay que registrarse en la plataforma correspondiente habilitada para hacerlo, que ya está disponible, mientras que el pago solo está habilitado para el horario comprendido entre las 08.30 y las 16.00 horas.

El pago de la tasa se efectuará a través de una plataforma a que se podrá acceder para obtener el código QR que se mostrará a los controles. Entre las personas exentas del pago hay los nacidos y residentes de Venecia, menores de 14 años, las personas necesitadas de cuidados y personal de policía y de las fuerzas armadas. Por su parte, los trabajadores, estudiantes y familiares no pagarán, pero tendrán que pedir la exención.

Más ciudades que han probado hacer pagar 'una entrada' para visitarlas

El exceso de turismo empieza a agotar en las grandes ciudades. Por ahora, la única opción que hay sobre el papel para frenarlo o, como mínimo, regularlo es poner tasas. Aparte del ejemplo de Venecia, que volverá a aplicarse el próximo año, hace unos meses se supo que Grecia cobraría 20 euros a los cruceristas que llegaran a Mykonos y Santorini, dos islas saturadísimas. Roma también ha puesto precio a ver de cerca la Fontana di Trevi y tirar una moneda en el aire. El precio será de dos euros "para garantizar una experiencia única", según explicaba Alessandro Onorato, concejal de Turismo de Roma.