Millones de canadienses acudieron a las urnas este lunes para votar en unas elecciones trascendentales, en unas de las que pueden ser más decisivas de la historia reciente del país. Unos comicios marcados por las continuas amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que han llevado a optar por el voto útil al candidato más capaz de hacerle frente. Así pues, con la mayoría absoluta fijada en los 172 escaños, los resultados provisionales pasada la medianoche, con el 96% del voto escrutado, otorgan la victoria al partido liberal de Mark Carney, que según las primeras estimaciones tendrá que gobernar en minoría. Las proyecciones dan al Partido Liberal 163 escaños, frente los 149 de los conservadores. A pesar de que, a lo largo de la noche, la ventaja era para los liberales, poco a poco, el Partido Conservador ha ido recortando la diferencia. Eso se produce porque en zonas como Ontario hay muchas circunscripciones donde la diferencia entre el primero y el segundo candidato es mínima —solo una decena de votos— y en el sistema canadiense solo gana al candidato más votado, aunque sea por un voto de diferencia.
Recuperación de los liberales
Las estimaciones dan 23 escaños al Bloque Quebequés, 10 menos de los que tenía en el anterior parlamento, pese a que mejoran los resultados que les otorgaban los sondeos. Peores resultados ha obtenido el Nuevo Partido Democrático (NDP, socialdemócrata) que de los 25 escaños que tenía se podría quedar con solo 7, habiendo perdido sobre todo sus feudos en Vancouver, donde tenía más votantes. El líder de la formación, Jagmeet Singh, ha reconocido en un emotivo discurso que presenta su dimisión después de ocho años al frente de la formación al haber perdido su escaño, dado que en su circunscripción está en tercer lugar, por debajo del candidato conservador y del liberal. “Dimitiré como líder del partido tan pronto como un líder provisional sea nombrado”, ha anunciado Singh. Con todo, la jornada electoral en Canadá se ha visto afectada por el descontento en múltiples localidades de la región de Nunavik, de amplia mayoría inuit. Allí, algunos colegios electorales han cerrado antes de lo que se prevé o, directamente, no han abierto, según ha informado la televisión pública canadiense, CBC.
Para los Liberales, la victoria de Mark Carney marca una recuperación notable para un partido que, hasta hace poco, estaba en camino hacia una devastación electoral. El predecesor de Carney, Justin Trudeau —dimitió en enero— fue primer ministro durante casi diez años, pero el final de su mandato estuvo marcado por luchas internas, disputas y un electorado cansado. Sin embargo, se queda lejos de las anteriores victorias de Trudeau, que en su primer mandato en el 2015, cuando se impuso a los liberales por 184 escaños contra 99, y formó gobierno en solitario, y su último triunfo, en el 2021, con 157 escaños enfrente de 121. En caso de confirmarse los resultados, los liberales mejorarán ligeramente el resultado de las últimas elecciones (164 escaños), mientras que los conservadores subirían mucho de sus previos 119 escaños, sin poder llegar al poder y romper el largo ciclo de gobiernos liberales.
Enfrentamiento con Trump
Mark Carney, que sustituyó en el mes de marzo al primer ministro Justin Trudeau, será el encargado de enfrentarse a Trump, que, aparte de imponer aranceles, ha expresado en varias ocasiones su deseo de convertir a su vecino del norte en el estado número 51, rompiendo así décadas de diálogo cordial entre los dos gigantes del continente. El mismo Trump se mostró irónico ante la convocatoria de las elecciones pocas horas antes del inicio. En una publicación en su red social, Truth Social, el presidente de EE.UU. deseó suerte “al gran pueblo de Canadá” y sugirió a los canadienses que votaran por el liberal. “Escojan al hombre que tiene la fuerza y la sabiduría para reducir sus impuestos a la mitad, aumentar su poder militar, de manera gratuita, al nivel más alto del Mundo; hacer que su automóvil, acero, aluminio, madera, energía, y todos los otros negocios, SE CUADRUPLIQUEN en tamaño, CON CERO ARANCELES O IMPUESTOS, si Canadá se convierte en el querido 51° Estado de Estados Unidos de América”.
Carney ha prometido que gobernará “con todos los partidos y todos los territorios y la sociedad civil” en un mensaje pensado para reforzar la unidad nacional. Antes de confirmar los resultados definitivos, pero cuando se da por hecho que será el nuevo presidente de Canadá, Carney ha reiterado que el presidente estadounidense, Donald Trump, “quiere rompernos, pero eso no sucederá nunca en la vida”, ha proclamado entre aplausos de sus simpatizantes, que lo han esperado durante horas para celebrar las elecciones. “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país, y no son amenazas gratuitas. El presidente Trump quiere llevarnos a la quiebra para poseernos. Y eso no pasará, nunca en la vida pasará”, ha advertido. El liberal ha anunciado que se sentará a negociar con el presidente Trump como lo hacen “dos naciones soberanas”, pero ha añadido que Canadá “tiene muchas, muchas otras opciones a EE.UU. para conseguir la prosperidad”.