La victoria de Donald Trump a las elecciones norteamericanas de esta semana, no ha hecho disminuir las intenciones del presidente ruso, Vladímir Putin, de seguir bombardeando Ucrania, ni tampoco las de buscar la paz. En este sentido, Rusia ha llevado a cabo un ataque masivo con drones a Kyiv, y ha matado a cuatro personas en un ataque a un hospital de Zaporiyia. Cinco bombas aéreas destrozaron un edificio de apartamentos a la ciudad del sur de Ucrania y estropearon un hospital oncológico. Los equipos de rescate buscaron supervivientes entre los escombros. Dieciocho personas resultaron heridas, entre ellas tres niños, dos de ellos bebés, según las autoridades.

Después del último ataque contra civiles, Volodímir Zelenski, ha instado a los aliados a proporcionar en Ucrania más sistemas de defensa aérea y levantar las restricciones para atacar objetivos dentro de Rusia con armas occidentales de largo alcance. "Cada ataque ruso no solo mata gente y destruye vidas, sino que también destruye el significado de cualquier palabra sobre la falta de conversaciones con Rusia, de llamadas telefónicas en el Kremlin", ha dicho el presidente de Ucrania.

El zumbido de los drones iraníes, similar al de un ciclomotor, se ha sentido el miércoles en las 6.00 hora local sobre la capital. En el centro de Kyiv se sintieron sacados de ametralladoras y explosiones cuando la defensa aérea intentó derribar los misiles. El ataque duró ocho horas. El alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, informó de que cinco distritos fueron conseguidos por los ataques aéreos y que se interceptaron unos 30 drones. Los escombros que cayeron incendiaron un edificio alto y volaron las ventanas. Una persona resultó herida. Se produjeron más ataques aéreos en las provincias de Odesa, Jersón y Sumy, en el que murieron dos personas.

Las batidas se produjeron mientras el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, decía que Occidente tendría que aceptar que Rusia estaba ganando la guerra en Ucrania y negociar el fin de los combates. Los comentaristas ucranianos dijeron que las batidas –que se han llevado a cabo diariamente las últimas semanas– sugerían que Moscú no estaba interesado en la paz. "¿Poner fin a la guerra, eh? Eso es lo que todo el mundo quiere aquí, excepto Putin, que tiene otros planes", ha publicado Maria Avdeeva en X.

Al hablar en una cumbre de líderes europeos en Hungría, Zelenski rechazó el jueves ofrecer en Moscú cualquier concesión en Ucrania, diciendo que estas medidas serían perjudiciales a su país y a Europa en general. "Se ha hablado mucho de la necesidad de ceder delante de Putin, de hacer marcha atrás, de hacer algunas concesiones. Es inaceptable para Ucrania y suicida para toda Europa", dijo. El presidente ruso ha exigido que Ucrania ceda más territorio en el este y el sur como condición previa a las conversaciones de paz, mientras que Kyiv ha descartado repetidamente ceder territorio en Moscú a cambio de la paz.

Las quejas de Putin

En un discurso pronunciado el jueves en el Valdai, un instituto de investigación afiliado al Kremlin en Sochi, Putin recicló algunas de sus quejas habituales contra Occidente al hacer los primeros comentarios desde las elecciones norteamericanas, afirmando que las acciones de la OTAN "obligaron a Rusia" a responder invadiendo Ucrania. También describió a la OTAN como un "anacronismo flagrante" que buscaba derrotar a Rusia en Ucrania. "Los llamados de Occidente a infligir una derrota estratégica en Rusia, un país con el arsenal de armas nucleares mayor, demuestran el aventurerismo exorbitante de los políticos occidentales", dijo Putin, añadiendo que estaba en marcha una lucha para dar forma a un nuevo orden mundial mientras se hundía la era posterior a la Guerra Fría dominada por Occidente.

Dijo que Rusia "siempre conseguirá sus objetivos" pero que Moscú estaba a punto para "negociar" con Occidente. El futuro del apoyo occidental a Ucrania y la posibilidad de entablar conversaciones con Rusia han quedado en evidencia con la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos, que en una ocasión dijo que podría poner fin a la guerra en 24 horas. Los Estados Unidos, Joe Biden, había dicho que Ucrania tenía que decidir cuándo y cómo negociar.