El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, la ha vuelto a liar. Es sabido que sus problemas de ciática le han hecho andar de capa caída.
Esta vez casi prende fuego a la primera dama de Ruanda, Jeannette Kagame, durante la conmemoración del aniversario del genocidio de los tutsis.
No es la primera vez que las extravagancias del presidente de la CE salen a la luz. Hace unos meses protagonizó otro espectáculo lamentable coincidiendo con una cumbre europea que se celebraba en Bruselas. En aquel momento, no dudó en despeinar a una mujer que lo saludó.
Pero todavía hay más. Una vez se presentó a la rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, con un zapato negro y el otro marrón. Además de presentarse con un zapato o bien mal aparejado o bien desteñido, huyó, literalmente, de la rueda de prensa sin dar ninguna explicación.
En otra ocasión, también apareció en la televisión suiza, hace meses, caminando dando pasos vacilantes. Según el medio de comunicación, entonces el presidente de la Comisión sufría ciática.