El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha llegado este viernes a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin. Así lo ha confirmado su portavoz a la agencia oficial rusa, TASS. Medios húngaros adelantaron que Orbán, quien ahora mismo ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, se reuniría hoy en Moscú con el presidente ruso, con el cual presenta simpatías, a pesar de la invasión de Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha confirmado la visita y ha agregado que el primer ministro húngaro tratará con Putin en el Kremlin el conflicto en Ucrania y otros asuntos. La decisión ha levantado polvareda a Bruselas: en un mensaje en la red social 'X', el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado que la presidencia rotatoria del Consejo "no otorga el mandato para dialogar con Rusia en nombre de la Unión" y ha querido reiterar que la postura oficial europea es que "Rusia es el agresor". "No se pueden celebrar debates de Ucrania sin Ucrania", ha remarcado Michel, sin mencionar explícitamente el nombre de Orbán en su mensaje.
El primer ministro húngaro, por su parte, ha defendido que la paz "no se consigue desde un cómodo sofá en Bruselas". "Aunque la presidencia rotatoria de la UE no tenga el mandato para negociar en nombre de la Unión, no nos podemos sentar y esperar que la guerra acabe de forma milagrosa", ha escrito también en un tuit. En este sentido, Orbán, líder europeo próximo al régimen de Putin, se ha reivindicado como "una herramienta importante para dar los primeros pasos hacia la paz". El encuentro, que no había sido confirmado de forma oficial hasta último momento, pero sí anunciado por varios medios, llegaría tres días después de que el líder húngaro visitara Kiev para reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien le trasladó su deseo de acelerar las conversaciones de paz con un alto el fuego.
Orbán, de la órbita de Moscú, apuesta por una paz que no convence a Ucrania ni a la UE
Orbán se ha opuesto a muchas de las iniciativas de apoyo militar y financiero a Ucrania de la UE, rechaza las sanciones en Rusia y es el líder europeo y de la OTAN con mejores relaciones con Moscú. También se ha mostrado desde el comienzo de la guerra partidario de negociar una paz. La última visita de Orbán a Moscú se produjo en septiembre de 2022, cuando el jefe del gobierno húngaro asistió a los funerales del último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov. Después de hablar con Putin, Orbán tiene previsto viajar a Azerbaiyán para asistir a una cumbre informal de la Organización de Estados Turcos (OTS).
Durante su visita a Ucrania a principios de semana, el primer ministro de Hungría expresó a Zelenski su aprecio por “las iniciativas para conseguir la paz”, en referencia a la cumbre de Suiza, pero advirtió que pueden tardar mucho a materializarse y defendió ante el presidente ucraniano la necesidad de declarar “un alto el fuego” que permita avanzar más deprisa hacia la paz. “He pedido al señor presidente que piense si existe la posibilidad de tomar un rumbo un poco diferente, de hacer una pausa, de hacer un alto el fuego y luego empezar, continuar las negociaciones, porque un alto el fuego podría acelerar los tempos de estas conversaciones”, declaró Orbán en una rueda de prensa conjunta. Kiev, por su parte, ha rechazado la posición de Orbán por implicar la cesión de territorios ucranianos a Rusia.