El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, que dirige las ofensivas violentas contra Israel en la Franja de Gaza, ha realizado a una visita sorprendente a Marruecos, donde se ha entrevistado con todos los honores con el jefe de gobierno del país magrebí, el también islamista Saad Dine El Otmani. Y todo eso sucede cuando Marruecos acaba de establecer relaciones diplomáticas con Israel, y se ha convertido en un aliado central de Estados Unidos entre los países árabes. En la reciente guerra entre Israel y Hamás, Marruecos hizo de mediador para conseguir la tregua.
El caso es que la visita responde a un complejo juego de equilibrios de la monarquía marroquí. El dirigente de Hamás, considerado un terrorista por Israel, ha sido invitado por el partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD), del que es miembro el jefe de gobierno. En Marruecos, consideran la visita una forma de equilibrar los lazos con Israel demostrando también que, a pesar de las relaciones más amistosas con Jerusalén, Rabat todavía da apoyo a los palestinos.
Todo indica que nada de lo que sucede se ha hecho con desconocimiento del resto de actores diplomáticos implicados. El martes, el rey Mohammed felicitó al nuevo primer ministro israelí, Naftali Bennett, por su elección. Y este respondió elogiando el reino magrebí como "un importante amigo y socio". Entonces el líder de Hamàs ya volaba hacia Marruecos.
Pero en septiembre hay elecciones parlamentarias y los partidos políticos marroquíes quieren mostrar su apoyo a los palestinos después de las protestas que se produjeron el mes pasado contra el establecimiento de relaciones con Israel. El hecho es que el jefe de gobierno ha recibido al líder de Hamás en su residencia con todos los honores, y que también tiene previsto entrevistarse con los partidos de la oposición PAM y Istiqlal.
Hamás criticó duramente a Marruecos cuando acordó establecer relaciones con Israel, pero Haniyeh ha evitado hacer ninguna mención a esta cuestión en sus declaraciones. Se ha limitado a agradecer la solidaridad de Marruecos con los palestinos.
Todo indica que la geopolítica de Marruecos no variará, porque Estados Unidos obligó a establecer relaciones con Israel a cambio del reconocimiento americano de la soberanía marroquí sobre el antiguo Sáhara español, lo que para Rabat es fundamental. "Marruecos seguirá los pasos de Egipto", que mantiene relaciones con Israel desde 1979, según apunta la prensa marroquí.
Oficialmente Marruecos inscribe la visita del líder de Hamás en una "actividad de los partidos", y el hecho de que la agenda incluya encuentros con el Ejecutivo se ha justificado como algo coherente con la posición "inamovible" de Rabat en defensa de dos estados, el israelí y el palestino.